LD (Agencias) Similar era la situación de los precios en EEUU, donde permanecen cerca de sus máximos de 13 años debido a la inquietud de los operadores por la seguridad del suministro tras los ataques en Arabia Saudí e Irak.
Precisamente el nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, advirtió en su primera comparecencia desde su nombramiento de que el actual nivel del precio del petróleo puede suponer un recorte de tres décimas al crecimiento económico mundial estimado por el Fondo para este año.
Las causas de este incremento del precio del crudo hay que buscarlas en el ataque de extremistas islámicos contra trabajadores extranjeros en una planta petroquímica de la ciudad saudí de Yanbu, el sábado, que acentuó los temores sobre el abastecimiento de este país, uno de los principales productores. A esto hay que añadir el ataque suicida perpetrado hace dos semanas cerca de una plataforma petrolífera iraquí, que causó la interrupción durante 27 horas de las exportaciones de crudo desde el puerto de Basora.
Todo esto sucede mientras se incrementa la demanda mundial de crudo y aumenta la escasez de reservas almacenadas en EEUU, el principal mercado de consumo energético, donde persiste la preocupación de que pueda producirse una escasez de gasolina en los próximos meses.
La OPEP insiste en que la subida de los precios se debe a factores que escapan a su control y defiende, en su último boletín, la medida sancionada el pasado 31 de marzo en Viena, cuando redujo en un millón de barriles diarios (mb/d) su cuota total de producción, que quedó fijada en 23,5 mb/d a partir de abril.