(Libertad Digital) Después de insistir dos veces en menos de 24 horas en que el Gobierno del PSOE no iba a aprobar el nuevo sistema de financiación autonómica en esta legislatura, Jordi Sevilla ha cedido a las presiones de sus socios catalanes –el presidente del PSC y de la Generalidad, Pascual Maragall, y el de ERC, Carod Rovira–.
Sevilla ha cambiado de opinión tras reunirse con Pascual Maragall en la sede del Gobierno catalán. En tan sólo hora y media, el presidente autonómico ha convencido al ministro de Administraciones Públicas de la necesidad "urgente" del nuevo sistema de financiación autonómica para Cataluña.
A la salida de la reunión, Sevilla afirmaba a los medios de comunicación, según informa la agencia Efe, que "debemos hacer todos el esfuerzo necesario para que dentro de esta legislatura hayamos concluido el debate sobre el nuevo modelo de financiación y lleguemos a un acuerdo, y que se aplique cuanto esté aprobado por todas las comunidades en el Consejo Económico de Política Fiscal y Financiera. Si es el año que viene, el año que viene, y si es dentro de dos, pues dos".
La Generalidad estudia recortar las prestaciones sanitarias
Esta reunión se produce después de que Pascual Maragall afirmara, en una entrevista concedida a la Cadena Ser, que las cuentas de la Generalidad no son las que esperaban. "Las facturas son muchas y el dinero muy poco", ha afirmado el presidente catalán. El PP, ha dicho, ha sido más cuidadoso con las cuentas del Estado, pero "en Cataluña estamos muy mal".
A su juicio, "el gran drama" de la región es la Sanidad, por eso estamos considerando la posibilidad de que "algunos paguen el coste de sus demandas", no sólo en Sanidad sino en general, "en temas que estén justificados y que legalmente sea posible, (...) porque los cuartos son los que son, y como esto va a tardar un poco, pues habrá que buscar la forma de afrontar la situación".
"Estamos considerando la posibilidad de que algunas de las prestaciones que se dan y que a veces se dan con gran abundancia, cierto desparpajo y despreocupación, puedan, de alguna forma, no limitarse sino adecuarse a la demanda, porque parece que la oferta va por delante de la demanda, y eso no es bueno", ha afirmado Maragall.