L D (EFE) "Nuestro pueblo no está dispuesto a ser humillado, ultrajado y pisoteado", añadía la nota oficial, en la que se asegura que la Cuba sojuzgada por Fidel Castro no cederá ante el "enemigo"; un enemigo que intenta –al decir de la tiranía– doblegar al pueblo cubano “por hambre y enfermedades" desde hace más de cuatro décadas.
La convocatoria de la manifestación se produjo apenas un día después de que el régimen comunista anunciara una inminente subida de precios y de que ordenara a las tiendas que operan con divisas que sólo vendan alimentos y productos higiénicos.
Ésta era la reacción del dictador Castro al paquete de medidas adoptado por la Administración Bush para contribuir al colapso definitivo de la tiranía que impera sobre la Isla desde hace 45 años.
Aunque el régimen de La Habana asegura que se mantiene el suministro de los productos incluidos en la libreta de racionamiento, así como las ventas en las bodegas que operan con pesos, los cubanos se agolparon ante las tiendas de La Habana que admiten dólares como medio de pago.
En la mayoría de las tiendas abrieron únicamente los departamentos de alimentación e higiene, y se suspendieron las ventas de vinos, cervezas, licores, utensilios para el hogar, muebles o electrodomésticos.
Significativamente, las dependencias comerciales de los hoteles de lujo capitalinos funcionan con normalidad; algunas, incluso, se han visto beneficiadas. Así, la agencia EFE informa de que una tienda de electrodomésticos emplazada en uno de los citados complejos hoteleros ha despachado casi todas sus existencias de equipos de música y televisores en un solo día (el martes). "La gente que ya tenía pensado comprar se ha adelantado porque va a subir", explicaba uno de los dependientes a la mencionada agencia.
"Esto se va a poner difícil, pero los cubanos aguantamos mucho. No puedo decir más, porque esto no hay quien lo entienda", decía a EFE en la noche del mismo día la clienta de un popular centro comercial, mientras esperaba su turno para pagar en caja.
La convocatoria de la manifestación se produjo apenas un día después de que el régimen comunista anunciara una inminente subida de precios y de que ordenara a las tiendas que operan con divisas que sólo vendan alimentos y productos higiénicos.
Ésta era la reacción del dictador Castro al paquete de medidas adoptado por la Administración Bush para contribuir al colapso definitivo de la tiranía que impera sobre la Isla desde hace 45 años.
Aunque el régimen de La Habana asegura que se mantiene el suministro de los productos incluidos en la libreta de racionamiento, así como las ventas en las bodegas que operan con pesos, los cubanos se agolparon ante las tiendas de La Habana que admiten dólares como medio de pago.
En la mayoría de las tiendas abrieron únicamente los departamentos de alimentación e higiene, y se suspendieron las ventas de vinos, cervezas, licores, utensilios para el hogar, muebles o electrodomésticos.
Significativamente, las dependencias comerciales de los hoteles de lujo capitalinos funcionan con normalidad; algunas, incluso, se han visto beneficiadas. Así, la agencia EFE informa de que una tienda de electrodomésticos emplazada en uno de los citados complejos hoteleros ha despachado casi todas sus existencias de equipos de música y televisores en un solo día (el martes). "La gente que ya tenía pensado comprar se ha adelantado porque va a subir", explicaba uno de los dependientes a la mencionada agencia.
"Esto se va a poner difícil, pero los cubanos aguantamos mucho. No puedo decir más, porque esto no hay quien lo entienda", decía a EFE en la noche del mismo día la clienta de un popular centro comercial, mientras esperaba su turno para pagar en caja.