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La Policía Municipal trata de evitar el caos al comienzo de las restricciones al tráfico por la boda

Tratarán de evitar que se repita el monumental atasco que colapsó este martes por la noche la zona centro de Madrid.

Tratarán de evitar que se repita el monumental atasco que colapsó este martes por la noche la zona centro de Madrid.
(Libertad Digital) Comienza el plan de movilidad. Desde este miércoles queda prohibido aparcar en decenas de calles, plazas y bocacalles del centro de Madrid, con motivo del enlace real del próximo 22 de mayo entre el Príncipe Felipe y Letizia Ortiz. Mientras, 90 policías municipales intentan evitar que se repita el monumental atasco que colapsó este martes por la noche la zona centro de Madrid, causado por vehículos que paraban para fotografiar la iluminación.
La grúa retirará a partir de este jueves los coches que estén aparcados en el recorrido nupcial. La medida de prohibición de aparcar forma parte del plan de movilidad diseñado por el Ayuntamiento de Madrid, que además incluye cortes de tráfico los días 21 y 22 de mayo en una docena de calles y puntos emblemáticos de la ciduad. Según dicho plan, las principales vías en las que estará prohibido el estacionamiento son la calle Bailén, plaza de Oriente, plaza de España y bocacalles de Gran Vía, Alcalá, paseo del Prado, glorieta del Emperador Carlos V, Infanta Isabel, Reina Mercedes y avenida Ciudad de Barcelona (hasta la calle Comercio) y calles adyacentes. El ayuntamiento ha diseñado distintas alternativas para los conductores y los autobuses de la EMT. También habrá restricciones en los trenes de cercanías el día de la boda.
Pero el caos ya ha empezado. El martes por la noche se produjo un monumental atasco en el centro de Madrid. Según informaron a la agencia Efe fuentes municipales, el atasco se produjo a primeras horas de la noche, cuando miles de madrileños optaron por ir en coche al centro y fotografiar los edificios con iluminación especial con motivo del enlace del Príncipe Felipe y Doña Letizia Ortiz. Centenares de turistas y madrileños con cámaras de todo tipo fotografiaban los edificios más emblemáticos de la capital, ahora vestidos de gala, y algunos incluso optaron por cenar en las galardonadas calles madrileñas y se llevaron las tarteras.
Los conductores que regresaban de sus trabajos a sus domicilios se desesperaban y los bocinazos constituían la "música de fondo" en todo el centro de Madrid. A partir de las 22 horas, el tiempo medio en recorrer el trayecto entre la plaza de Colón y Atocha se situaba en una hora.
La Policía Municipal, desbordada

Aunque la Policía Municipal se desplazó a los lugares donde se produjo el embotellamiento para regular el tráfico, "los conductores no hacían caso de los agentes", indicó un portavoz municipal, "se paraban en mitad de la calle, se bajaban ocupantes de los coches y, andando entre los vehículos, fotografiaban los edificios". Estas fuentes precisaron que un dispositivo formado por 90 policías -un número similar al que actuó este martes- intentará evitar que se repita el incidente "pero se limitarán a lo que pueden hacer, regular el tráfico, no se puede practicar la detención de miles de personas".

El Gabinete Radiofónico de Tráfico del Ayuntamiento de Madrid indicó que la intensidad registrada este miércoles en el tráfico de la capital entre las 10 y las 13 horas ha sido algo mayor que el miércoles anterior, con un 5 por ciento más de intensidad a las 10, un 1,5 por ciento más a las 11 y un 2,5 por ciento más a las 13 horas.
A todo ello se suman los operarios que se afanan por cambiar la fisonomía de las calles del recorrido nupcial, colocando decorados y preparando la cobertura audiovisual, incluidos pasarelas y toldos por las previsiones de lluvia. Los camiones y los cables para la retransmisión televisiva rodean la catedral de la Almudena y el Palacio Real, mientras que guardias de seguridad vigilan las cámaras instaladas a lo largo del recorrido para seguir en televisión el itinerario.
Decoración y cobertura
Las azoteas y terrazas del Teatro Real y los edificios cercanos a los escenarios principales –calle de San Quintín, Plaza de Oriente e incluso hasta en las cercanías del Parque de Atenas- se han convertido en auténticos platós de TV. Las grúas se pueden ver a lo largo del recorrido nupcial y otras calles emblemáticas –como Mayor o la Puerta del Sol-, donde se han instalado en las farolas las estructuras metálicas que albergarán las miles de flores que vestirán de color la ciudad.

Colgados también de las farolas de la Plaza de España ya pueden verse los primeros gallardetes, que son estandartes terminados en pico en tonos rosa, plata y amarillo con el logotipo del enlace real -una gran "M" mayúscula- y que terminan en unos "cascabeles" de considerable tamaño -con el consiguiente peligro para los pasajeros que viajan en los autobuses turísticos-.

También se ha comenzado a decorar la Gran Vía, que además de camuflar sus obras detrás de toldos ilustrados con detalles de cuadros de grandes pintores españoles, lucirá unos adornos en forma de espiral en tonos amarillo y plata -en la zona más cercana a la Plaza de España- y en rosa y plata -a partir de la Plaza de Callao en adelante-. La Plaza de Callao lucirá de rosa, con los adornos colocados en los balcones del número 39 de esta calle y las cubiertas que se han instalado ya en el edificio del antiguo Galerías Preciados, que cubren toda su fachada con el logotipo de la boda real. Otros edificios, como el Ministerio de Agricultura o el Museo Naval ya han colocado estandartes en sus fachadas, que ahora ondean al sol radiante que baña la ciudad estos días, previos al enlace.

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