L D (EFE) Los buzos que trabajan en las tareas de rescate de los cinco marineros desaparecidos en el naufragio del "O Bahía" se han acercado al barco, aunque se quedaron a unos metros del pecio y no han podido comprobar si en el interior se encuentran los tripulantes, porque lo ha impedido una maraña de redes. Los submarinistas han identificado los restos del pesquero, en cuyo interior se sospecha pudiesen estar los cuerpos de los tripulantes, en la zona previamente apuntada por los radares.
Según el Ministerio de Fomento, los escafandristas localizaron el pecio este domingo por la tarde cuando se encontraban a 66 metros de profundidad, pero no han podido descender a más baja cota porque lo impide la maraña de aparejos que envuelve la embarcación. Los buzos habían embarcado en el "Latero" en Malpica, que luego fue amarrado en el tren de fondeo. En las primeras operaciones se trataba de conocer cómo están los aparejos que se encuentran entre dos aguas y que pueden suponer un peligro para los submarinistas.
Además, el buque de Salvamento "Alonso de Chaves" llegó desde La Coruña a la zona en que se encuentra el pesquero hundido, con un equipo de apoyo, un robot de la Secretaría General de Pesca que dispone de una cámara y focos y que puede ser teledirigido desde la superficie. Este equipo dispone de dos pequeños brazos móviles y es autopropulsado. Se conecta con los equipos situados en el barco de apoyo a través de un umbilical de 300 metros. Los buzos terminaron la inmersión sobre las 20,30 horas de este domingo y está previsto que el lunes vuelvan al agua.
Fomento señala también que a media tarde se reunieron en Santiago técnicos de Repsol y de Fomento para estudiar las posibilidades de aplicar la logística empleada en el rescate del "Prestige" en el del pesquero, tal y como solicitó la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, al presidente de la petrolera, Alfonso Cortina. Este lunes está prevista una nueva reunión en el Ministerio de Fomento en Madrid entre técnicos de este departamento y de Sonsub, la principal contratista de las tareas del "Prestige", con sede en Rotterdam, para analizar soluciones encaminadas a rescatar a los cinco tripulantes y el pesquero que se sospecha permanecen aún en el interior del barco naufragado.