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(23-03-04) 7.000 euros y una partida de hachís, precio que cobró Suárez Trashorras

El juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, ha ordenado el ingreso en prisión incondicional de cuatro de los cinco detenidos el pasado jueves por los atentados del 11-M, entre ellos del español José Manuel Suárez, a quien imputó tantos delitos de asesinato como muertos hubo en la masacre. Según cuenta el ABC, Suárez recibió 7.000 euros y una partida de hachís por los 110 kilos de dinamita goma-2 y los detonadores que vendió a los terroristas.

L D (EFE) Según informaron fuentes jurídicas, la declaración de José Manuel Suárez Trashorras, que se prolongó durante casi dos horas, fue "muy extensa y detallada", y en ella el detenido, al que se acusa de haber facilitado los más de cien kilos de goma 2 ECO empleados en los atentados, admitió su participación en los hechos "sin ser consciente de lo que ello suponía".

En el auto de prisión dictado, el magistrado imputa a Suárez, de 27 años, los delitos de pertenencia o colaboración con banda armada y le considera además coautor del de terrorismo en relación con el robo o hurto de sustancias explosivas, de 190 delitos de asesinato terrorista consumados, de otros 1.430 en grado de tentativa y de cuatro delitos de estragos terroristas. La resolución añade que éstas son las acusaciones que pesan sobre el detenido "salvo ulterior calificación de los hechos", por lo que podrían variar dependiendo del resultado de las investigaciones.

Los padres de Suárez se desplazaron a la Audiencia Nacional desde su domicilio en Asturias con varias bolsas de ropa para su hijo, pero ni ellos ni el abogado que habían designado para él pudieron verle porque declaró incomunicado –asistido por un letrado de oficio– y el juez prorrogó esta situación durante al menos los próximos cinco días. El abogado de la familia, José Luis Suárez Menéndez, afirmó que este detenido se entregó el pasado jueves en una comisaría de Oviedo al saber que lo buscaba la Policía y añadió que su relación con los hechos es "circunstancial", ya que no tenía idea del uso que se iba a dar a los explosivos. El letrado aseguró también que, en contra de lo que se ha publicado en algunos medios de comunicación, Suárez Trashorras nunca ha estado en prisión, aunque sí cuenta con antecedentes policiales por un asunto de drogas.

Los otros tres detenidos

Además del español, ingresaron en prisión incondicional e incomunicada los marroquíes Abderrahim Zbakh, Abdelouahid Berrak y Mohamed Chedadi. El primero de ellos, químico de formación y nacido en Tánger en 1971, ha sido acusado de lo mismos delitos que Suárez, salvo el relativo al robo de los explosivos, al estar considerado uno de los supuestos autores materiales de los atentados, mientras que a los otros dos sólo se les imputa el delito de pertenencia o colaboración con banda armada. Las fuentes consultadas señalaron que, al conocer la decisión del juez, Zbakh abandonó llorando las dependencias del Juzgado.

Por su parte, Berrak rechazó el terrorismo durante su declaración ante Del Olmo y la fiscal Olga Sánchez y negó su intervención en los atentados, aunque admitió conocer a otro de los detenidos, Jamal Zougam, arrestado dos días después del 11-M, y al presunto responsable de la supuesta célula de Al-Qaeda desarticulada en España en noviembre de 2001, Imad Eddin Barakat Yarkas. Según su versión, Berrak trabaja en una peluquería del barrio madrileño de Lavapiés de la que es socio Zougam, que en su declaración de la semana pasada –que prestó asistido por una abogada de oficio a pesar de que intentó que ésta fuera sustituida por un hombre, a lo que se negó el juez– admitió también conocer a Imad Eddin Barakat, alias "Abu Dahdah".

El último en comparecer esta noche ante el juez fue Chedadi, que según las mismas fuentes repitió la declaración que ya había prestado ante la Policía y según la cual cuando sucedieron los atentados estaba durmiendo en su casa y se enteró de lo ocurrido mientras veía dibujos animados en la televisión en compañía de sus hijos. Un hermano de Mohamed Chedadi, Said, permanece desde noviembre de 2001 en prisión por orden del juez Garzón en relación con la supuesta célula española de Al-Qaeda.

El juez Del Olmo, por último, decretó la puesta en libertad de Farid Oulad Ali, al estimar que "no existen en principio elementos incriminatorios contra él". Con los cuatro de este martes, son ya nueve los detenidos en relación con los atentados del 11-M que han ingresado en prisión, ya que el pasado jueves el juez ordenó el encarcelamiento de los marroquíes Jamal Zougam, Mohamed Chaoui y Mohamed Bakali y de los indios Suresh Kumar y Vinay Kohly. Respecto a los indios, el juez ha estimado procedente levantarles la incomunicación, aunque ambos permanecerán en prisión incondicional por los supuestos delitos de colaboración con organización terrorista y falsificación en documento mercantil en concurso con defraudación. El levantamiento de dicha medida para ambos les permitirá comunicarse con abogados que puedan designar y con sus familiares, entre otros aspectos.

Las fuentes consultadas indicaron que la Ley permite mantener la incomunicación hasta diez días, momento en el que debe alzarse, aunque si las circunstancias de la investigación lo aconsejan, la medida puede volver a acordarse por otros cinco días.

En prisión por dos condenas por lesiones

Por otra parte, según informa La Gaceta de Salamanca, miembros de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid se personaron el pasado domingo en la cárcel salmantina de Topas para, por orden del juez Del Olmo, arrestar a un recluso de nacionalidad marroquí por su presunta implicación en los ataques terroristas. El preso Khalid Ouled Akcha cumple dos condenas de un total de cuatro años por lesiones.

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