L D (EFE) El Gobierno de Afganistán ya había anticipado esta semana al cuerpo diplomático que los comicios, los primeros por sufragio universal en el país, podrían retrasarse a septiembre. El pasado miércoles, en un encuentro con diplomáticos en Kabul, el presidente Karzai admitió que existían dificultades para celebrar los comicios en la fecha prevista en los acuerdos de Bonn para la reconstrucción de Afganistán de diciembre de 2001.
El Gobierno de Kabul, que a duras penas controla el territorio afgano donde los "señores de la guerra" mantienen sus feudos tras años de enfrentamientos armados, no ha podido desarmarles. Además, alternan sus apoyos políticos en función de sus propios intereses económicos o territoriales.
Hasta el momento se desconoce cómo pretende Naciones Unidas completar el registro de votantes, que apenas ha avanzado, pues según algunas fuentes tan solo 1,5 millones de los electores han sido censados, en torno al 15 por ciento del total calculado en unos 10 millones de personas, principalmente en área urbanas de un país con numerosas tribus y nómadas. Los encargados del registro han encontrado importantes dificultades para llevar a cabo su trabajo, pues, sobre todo en el campo, muchos ciudadanos son reacios a facilitar sus datos, especialmente los de las mujeres.
El calendario electoral preveía la celebración de ambas elecciones tras la aprobación de la nueva Constitución afgana el pasado enero por la Loya Yirga o Asamblea Suprema de las tribus del país.
El Gobierno de Kabul, que a duras penas controla el territorio afgano donde los "señores de la guerra" mantienen sus feudos tras años de enfrentamientos armados, no ha podido desarmarles. Además, alternan sus apoyos políticos en función de sus propios intereses económicos o territoriales.
Hasta el momento se desconoce cómo pretende Naciones Unidas completar el registro de votantes, que apenas ha avanzado, pues según algunas fuentes tan solo 1,5 millones de los electores han sido censados, en torno al 15 por ciento del total calculado en unos 10 millones de personas, principalmente en área urbanas de un país con numerosas tribus y nómadas. Los encargados del registro han encontrado importantes dificultades para llevar a cabo su trabajo, pues, sobre todo en el campo, muchos ciudadanos son reacios a facilitar sus datos, especialmente los de las mujeres.
El calendario electoral preveía la celebración de ambas elecciones tras la aprobación de la nueva Constitución afgana el pasado enero por la Loya Yirga o Asamblea Suprema de las tribus del país.