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España perdona a Grecia y se jugará ante la anfitriona su pase a cuartos de final

La casta y el coraje, pese a que ganas no faltaron, no salieron a relucir en el último momento. La selección española se adelantó pronto en el marcador por medio de Fernando Morientes, pero vio cómo Grecia empataba en la segunda parte gracias al gol de Charisteas en el único despiste defensivo de los hombres de Iñaki Sáez, que se jugarán el pase a cuartos de final el próximo domingo ante Portugal. Los anfitriones del torneo han sufrido para vencer a Rusia en el duelo que ha cerrado la segunda jornada del grupo A.

(Libertad Digital) España brilló en juego, en ideas y en fútbol, pero sorprendentemente se fue del estadio Bessa XXI de Oporto sin poder ganar a un equipo rácano y que se ha convertido en una auténtica pesadilla para los de Iñaki Sáez. La selección española manejó todas las parcelas con orden, pero la diosa fortuna le fue esquiva.

Iñaki Sáez rompió todos los esquemas. Contra todo pronóstico, el martes echó por tierra su costumbre de no facilitar las alineaciones en la víspera del partido -con mosqueo incluido para todos los periodistas desplazados a Portugal y para toda la afición-, aunque en el entrenamiento vespertino jugó al gato y al ratón al alinear en el partidillo a los que fueron titulares frente a Rusia el sábado. Dicho y hecho. Apostó ante Grecia por los mismos hombres que jugaron en Lisboa, dejando de nuevo a Valerón en el banquillo. Y también a Joaquín, el mejor de los nuestros ante los griegos.
 
El partido comenzó con ligerillos sustos para España, que no tardó en demostrar que es superior a Grecia. Vicente se dio una paliza descomunal. Con un calor agobiante, trazó diagonales, siempre amasó los balones de Raúl al hueco y su presencia crece cada semana. Es uno de los hombres de moda del fútbol español. Los de Iñaki Sáez manejaron bien el tempo del partido y, tras alguna que otra ocasión de gol, el fruto a todo el trabajo realizado llegó en el minuto 28. Raúl, el que siempre tira del carro, se marcó un taconazo para dejar el balón en bandeja a Morientes, que no perdonó y fusiló a Nikopolidis. Tal vez fue demasiado premio para esa acción, pero el gol tenía que llegar en un momento u otro. España no se puso nerviosa. Dominó con autoridad, con Albelda rebañando los rechaces atrás y atento a las llegadas de Karagounis, que ante Portugal sorprendió con un disparo lejano. Con Helguera autoritario, sólo bajó España el pistón por desgaste físico en el último tramo del primer tiempo. Lo único negativo, la tarjeta que vio Marchena y que le impedirá enfrentarse a Portugal.

Tras el descanso, Joaquín suplió a Etxeberría. Todo un acierto de Iñaki Sáez, pues el bético se erigió en el mejor hombre del encuentro. La sustitución obligó a Otto Rehhagel a cambiar el manual. Dio entrada a Tsartas, desaparecido hasta el momento en esta Eurocopa. Pero esta vez aportó más peligro que el resto en todo el partido. Zagorakis empezó avisando a Casillas con sendos lanzamientos lejanos, aunque nunca llegó a inquietar a Casillas. Mientras, Sáez siguió fiel a su libreto y dio entrada a Valerón, esta vez en el minuto 65. Pero en esta ocasión no marcó de inmediato. Fue al revés. Con Valerón en el campo, fue pisar el césped el canario y encajar el empate España gracias a un balón que aprovechó Charisteas en un despiste de los españoles. España se llevó un castigo que nunca mereció. No bajó los brazos el equipo. Tras el mazazo, Joaquín fue el encargado de liberar a Vicente en la transición. El del Puerto de Santa María asumió el protagonismo y el valenciano pudo respirar.

Joaquín buscó la verticalidad de forma encomiable. No sólo se echó a su costado, sino que encaró puerta con valentía pero sin suerte. Iñaki Sáez apeló a toda su artillería. Dio entrada a Fernando Torres, fresco, por un Raúl fatigado por el desgaste. Grecia se encerró atrás. El partido fue un frontón. Valerón no pudo repetir su hazaña del debut porque esta vez no anduvo fino. Como tampoco Vicente ni Fernando Torres, que no pudieron arreglar el desaguisado. Le faltó pausa y precisión a la selección de Iñaki Sáez, que nunca mereció este resultado negativo que le obliga ahora a jugárselo todo a una carta ante Portugal en Lisboa.
 
 
Ficha técnica del partido
 
Grecia, 1: Nikopolidis; Seitaridis, Kapsis, Dellas Katsouranis, Fyssas (Venetidis, min.86); Giannakopulos (Nikolaidis, min.48), Zagorakis, Karagounois (Tsartas, min.53); Vryzas y Charisteas
España, 1: Iker Casillas; Puyol, Helguera, Marchena, Raúl Bravo; Etxeberría (Joaquín, min.46), Albelda, Baraja, Vicente; Raúl (Fernando Torres, min.80) y Morientes (Valerón, min.65)

Goles: 0-1; m.28. Morientes. 1-1; m.66. Charisteas
Árbitro: Lubos Michel (Eslovaquia). Mostró cartulina amarilla a Katsouranis (m.7), Giannakopulos (m.28), Karagounis (m.26), Zagorakis (m.62) y Vryzas (m.90), por parte de Grecia, y a Marchena (m.15) y Helguera (m.37), por parte de España
Incidencias: 26.000 espectadores llenaron el estadio Bessa XXI de Oporto. Más de la mitad eran españoles. 35 grados. El Rey Juan Carlos presidió el partido en el palco al lado del presidente de la República de Portugal, Jorge Sampaio, junto al Duque de Palma, Iñaki Urdangarín; la ministra de Cultura, Carmen Calvo; y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky

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