L D (EFE) Carme García dijo que el texto es "precipitado y plantea grandes interrogantes en el contenido y en la filosofía que transmite". García indicó que "es preferible retrasar dos meses" la tramitación de la norma "para hacer un buen debate" antes que "ceder a la presión de los compromisos electorales adquiridos y caer en la precipitación con lamentables consecuencias".
Explicó asimismo, que su grupo parlamentario coincide con el Gobierno "en el objetivo" de la ley, que debe conseguir que la violencia doméstica "deje de ser un fenómeno cotidiano en nuestra sociedad", aunque matizó que "es necesario escuchar y recoger las opiniones y experiencias de los sectores profesionales y sociales".
Por ello, aseguró la portavoz, Izquierda Verde-IU-ICV propuso la creación de una subcomisión "pactada con absolutamente todos los grupos parlamentarios", que "diera el tiempo para el debate parlamentario necesario y para las aportaciones externas" al anteproyecto del ley. Según manifestó García, "el grupo parlamentario socialista no ha querido firmar" hasta el momento la constitución de ese organismo, algo que sí han hecho el resto de formaciones políticas en el Congreso, lo que afirmó, "hace dudar de la voluntad de consenso del Gobierno" al grupo que representa.
"Si el Gobierno no modifica su actitud actual", opinó, "se puede generar un desencuentro y una fractura social importante", ya que "la opinión pública se puede dividir en detractores y defensores de la ley y este sería el peor favor que podría hacerse al conjunto de mujeres de nuestro país". García señaló, no obstante, que espera todavía que el Ejecutivo favorezca la creación de esta subcomisión y consideró fundamental "escuchar y dar espacio a la pluralidad" para que la ley sea "eficaz y un éxito de toda la sociedad".
Por otra parte, aseguró que las declaraciones públicas que hasta "hoy ha realizado el Gobierno" en referencia al anteproyecto de ley "están provocando malestar y una cierta alarma social" y lamentó que una norma "necesaria y prioritaria, vaya a llegar a la discusión en las Cortes Generales desgastada y marcada por las descalificaciones".
Explicó asimismo, que su grupo parlamentario coincide con el Gobierno "en el objetivo" de la ley, que debe conseguir que la violencia doméstica "deje de ser un fenómeno cotidiano en nuestra sociedad", aunque matizó que "es necesario escuchar y recoger las opiniones y experiencias de los sectores profesionales y sociales".
Por ello, aseguró la portavoz, Izquierda Verde-IU-ICV propuso la creación de una subcomisión "pactada con absolutamente todos los grupos parlamentarios", que "diera el tiempo para el debate parlamentario necesario y para las aportaciones externas" al anteproyecto del ley. Según manifestó García, "el grupo parlamentario socialista no ha querido firmar" hasta el momento la constitución de ese organismo, algo que sí han hecho el resto de formaciones políticas en el Congreso, lo que afirmó, "hace dudar de la voluntad de consenso del Gobierno" al grupo que representa.
"Si el Gobierno no modifica su actitud actual", opinó, "se puede generar un desencuentro y una fractura social importante", ya que "la opinión pública se puede dividir en detractores y defensores de la ley y este sería el peor favor que podría hacerse al conjunto de mujeres de nuestro país". García señaló, no obstante, que espera todavía que el Ejecutivo favorezca la creación de esta subcomisión y consideró fundamental "escuchar y dar espacio a la pluralidad" para que la ley sea "eficaz y un éxito de toda la sociedad".
Por otra parte, aseguró que las declaraciones públicas que hasta "hoy ha realizado el Gobierno" en referencia al anteproyecto de ley "están provocando malestar y una cierta alarma social" y lamentó que una norma "necesaria y prioritaria, vaya a llegar a la discusión en las Cortes Generales desgastada y marcada por las descalificaciones".