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Del Olmo dice que los confidentes detenidos no informaron de la preparación del 11-M

El juez Juan del Olmo ha levantado el secreto sumarial de una de las piezas sobre el origen de los explosivos del 11-M. Rafa Zouhier, según se desprende del sumario, no ofreció "información alguna sobre preparativos relativos a los atentados del 11 de marzo de 2004" a ningún agente policial. Este viernes, el juez ha dejado en libertad a Carmen y Antonio Toro, confidentes, en el misma día en el que se conocen posibles nuevos contactos con la Policía.
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El juez Juan del Olmo ha levantado el secreto sumarial de una de las piezas sobre el origen de los explosivos del 11-M. Rafa Zouhier, según se desprende del sumario, no ofreció "información alguna sobre preparativos relativos a los atentados del 11 de marzo de 2004" a ningún agente policial. Este viernes, el juez ha dejado en libertad a Carmen y Antonio Toro, confidentes, en el misma día en el que se conocen posibles nuevos contactos con la Policía.
L D (Agencias) Sin embargo, en la pieza que ha abierto Del Olmo, se explica que el confidente "sí había transmitido a la Guardia Civil, en los primeros meses del año 2003, que dos ciudadanos asturianos –José Emilio Suárez y Antonio Toro– le habían ofrecido la posibilidad de obtener sustancias explosivas y detonadores a quien estuviera interesado".
 
Se recuerda también que Zohuer llegó a obtener una muestra de explosivo y un detonador, y entregó la primera a la Guardia Civil. La Benemérita hizo gestiones policiales para constatar el tipo de sustancia e inició investigaciones, según declaró el guardia conocido como "Víctor" al juez, y se refleja en un oficio remitido al Juzgado por la Jefatura del Servicio de Información de la Benemérita. En cuanto al detonador, le estalló en las manos al confidente.
 
Sobre la relación entre Suárez Trashorras con el inspector jefe de Avilés como confidente, el juez destaca que en ningún momento antes del 11 de marzo de este año le transmitió ningún dato relativo a preparativos de los atentados. El ex minero explicó en el Juzgado que nunca dijo al policía que "los moritos", como él los identificaba, se interesaban por sustancias explosivas o detonadores, y que se dedicaban al tráfico de drogas en la zona cantábrica.
 
178 kilos de Goma 2 ECO gracias a la colaboración del vigilante de la mina
 
El juez Juan del Olmo ha determinado que la falta de "un control riguroso" de las numeraciones del explosivo enviadas desde el depósito de Valdellano a la Mina Conchita, en Avilés, además de la permisividad del encargado de esta explotación, permitió la sustracción de los más de 178 kilos de dinamita Goma 2 ECO que obtuvo la célula responsable del 11-M.

Esta es una de las principales conclusiones a las que llega el magistrado de la Audiencia Nacional, recogidas en el auto en el que acuerda dejar en libertad a tres detenidos en relación con estos hechos y mantener en prisión a otros tres, entre ellos, el encargado de la "Mina Conchita", Emilio Llano.

Explica el juez que, comparando los explosivos y detonadores encontrados en una de las mochilas que los terroristas dejaron en los trenes atacados, desactivada en la Comisaría de Puente de Vallecas, con la que fue hallada en el artefacto colocado en la vía del AVE en Toledo y con la recuperada tras la explosión de los suicidas en Leganés, los investigadores han podido comprobar que todo ello "fue recepcionado por Minas de Caolines de Merilles", a la que pertenecen "Mina Conchita" y "Collada", en Avilés (Asturias).
 
De las mochilas a los teléfonos

"Paralelamente a la investigación realizada sobre la empresa de donde pudiera haberse obtenido el explosivo y los detonadores (...) se pudo averiguar, por el seguimiento del tráfico y movimiento de las tarjetas" de teléfonos de implicados en la masacre, que algunos de ellos viajaron los días 28 y 29 de febrero desde Morata de Tajuña (Madrid) a Asturias, indica el auto.

"El seguimiento de dichas tarjetas determinó la localización" de José Emilio Suárez Trashorras", ex minero que trabajó en la "Mina Conchita" y que se encuentra en prisión desde el 22 de marzo acusado de suministrar los explosivos, mientras que en una investigación policial sobre tráfico de drogas fue interceptada una conversación telefónica entre un agente de la Guardia Civil y su confidente, el marroquí Rafa Zouhier, también en prisión por estos hechos.

Zouhier llegó a contar a este agente, en los primeros meses de 2003, que Trashorras y su cuñado Antonio Toro, "le habían ofrecido la posibilidad de obtener sustancias explosivas y detonadores a quien estuviera interesado" y llegó incluso a entregar a la Guardia Civil una muestra de los materiales de "los asturianos".

La Guardia Civil, que finalmente se hizo cargo de la investigación relativa a los explosivos empleados en el 11-M, ha determinado que Trashorras, "conocedor de la mecánica operativa real de la explotación minera" donde trabajó, "en los extremos relativos al control de las sustancias" y utilizando sus contactos personales, fijó el sistema de recogida y traslado a Madrid de la dinamita que le encargó Jamal Ahmidan, "El Chino", uno de los responsables de la masacre que se suicidó en Leganés.

El sistema de recogida, señala el auto, consistía en sustraer cartuchos de Goma 2 ECO y detonadores de forma periódica, "que se iban colocando en determinadas zonas protegidas en las inmediaciones de la explotación minera para finalmente ser recogidas en los lugares que se habían acordado previamente". Según la declaración del menor detenido en Avilés por estos hechos, Trashorras proporcionó a "El Chino" metralla para los artefactos, extremo que el ex minero negó ante el juez, diciendo que "el guaje" era un mentiroso.

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