L D (EFE) El equipo español jugó y Ucrania se limitó a defender. Los españoles buscaron la portería contraria, mientras su rival sólo quería esconderla. Ahora espera en la final Turquía, que también eliminó a los anfitriones, Suiza, por 3-2. A los otomanos ya les derrotó España en la primera fase (3-2). En ese partido, los Juanfran, Gavilán, Soldado, Víctor y compañía ya demostraron ser superiores. Ahora falta refrendarlo en la final del próximo sábado.
El conjunto nacional dominó la primera parte. Con una férrea defensa, en la que sobresalió un imperial Alexis y un centro del campo en el que Markel y Albiol dejaban poco a la improvisación, sólo quedaba que los atacantes españoles hicieran el resto. Y lo hicieron ante el equipo ucraniano, un calco de la Grecia que conquistó la pasada Eurocopa, que no tuvo complejos en amontonar a futbolistas delante de la portería de Shust buscando al contragolpe el gol. Pero esta vez se impuso el fútbol. El que salió de las botas de Juanfran, que desarboló una y otra vez a cuantos defensas le salían por delante, o el de jugadores como Silva y Víctor, protagonistas del primer gol.
Víctor remató un saque de falta de Silva con la rabia que da saber que la final está a un paso. Inapelable. Era el primer gol que encajaba la selección ucraniana en todo el torneo. En la reanudación, las cosas cambiaron. Tal vez el llamado miedo a ganar atenazó las piernas de los españoles, pero los ucranianos se fueron a por el empate y lo consiguieron, de rebote, en el minuto 66. Una falta directa mal sacada por Aliyev dio en el brazo de un defensor español y descolocó por completo a Ribas, que ya había comenzado su carrera hacia el otro poste.
El gol cayó como un jarro de agua fría sobre los chicos de Ufarte, que sacaron toda la casta de ahí hasta el final para intentar anotar el segundo gol. Pero ni De la Red ni Gavilán pudieron conseguirlo y el partido se fue a la prórroga, en la que Soldado , a placer tras un fallo del portero Shust, marcó el segundo gol. Aún faltaba por llegar nuevamente el empate de Ucrania, tras un remate de cabeza de Yatsenko . Después, los penaltis con el acierto de España. Cien por cien de efectividad.
El conjunto nacional dominó la primera parte. Con una férrea defensa, en la que sobresalió un imperial Alexis y un centro del campo en el que Markel y Albiol dejaban poco a la improvisación, sólo quedaba que los atacantes españoles hicieran el resto. Y lo hicieron ante el equipo ucraniano, un calco de la Grecia que conquistó la pasada Eurocopa, que no tuvo complejos en amontonar a futbolistas delante de la portería de Shust buscando al contragolpe el gol. Pero esta vez se impuso el fútbol. El que salió de las botas de Juanfran, que desarboló una y otra vez a cuantos defensas le salían por delante, o el de jugadores como Silva y Víctor, protagonistas del primer gol.
Víctor remató un saque de falta de Silva con la rabia que da saber que la final está a un paso. Inapelable. Era el primer gol que encajaba la selección ucraniana en todo el torneo. En la reanudación, las cosas cambiaron. Tal vez el llamado miedo a ganar atenazó las piernas de los españoles, pero los ucranianos se fueron a por el empate y lo consiguieron, de rebote, en el minuto 66. Una falta directa mal sacada por Aliyev dio en el brazo de un defensor español y descolocó por completo a Ribas, que ya había comenzado su carrera hacia el otro poste.
El gol cayó como un jarro de agua fría sobre los chicos de Ufarte, que sacaron toda la casta de ahí hasta el final para intentar anotar el segundo gol. Pero ni De la Red ni Gavilán pudieron conseguirlo y el partido se fue a la prórroga, en la que Soldado , a placer tras un fallo del portero Shust, marcó el segundo gol. Aún faltaba por llegar nuevamente el empate de Ucrania, tras un remate de cabeza de Yatsenko . Después, los penaltis con el acierto de España. Cien por cien de efectividad.