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La Justicia rusa desmiente la prohibición a Yukos de extracción y venta de crudo

Las noticias que se generan alrededor de Yukos, la petrolera más grande de Rusia, no dejan en paz el ya de por sí bastante especulativo mercado de futuros. La Justicia rusa desmintió que no ha prohibido al grupo energético la exportación de petróleo, noticia que el pasado miércoles disparó todas las alarmas y situó la cotización del crudo en un máximo histórico en Estados Unidos.

Las noticias que se generan alrededor de Yukos, la petrolera más grande de Rusia, no dejan en paz el ya de por sí bastante especulativo mercado de futuros. La Justicia rusa desmintió que no ha prohibido al grupo energético la exportación de petróleo, noticia que el pasado miércoles disparó todas las alarmas y situó la cotización del crudo en un máximo histórico en Estados Unidos.

 L D (EFE) El Servicio de Aguaciles del Ministerio de Justicia de Rusia desmintió este jueves que haya prohibido a las filiales de la petrolera Yukos extraer, refinar, transportar y vender crudo.

El director adjunto de ese servicio, Andréi Beliakov, dijo a la agencia oficial rusa Itar-Tass que sólo se prohibió registrar operaciones de venta de "bienes inmuebles" de tres filiales de Yukos. "La prohibición no atañe a la extracción, refinamiento, suministro y ventas de petróleo, y por tanto no influye de ninguna manera en el funcionamiento de las compañías extractoras", recalcó Beliakov.

La disposición del Servicio de Aguaciles se refiere a las empresas Yuganskneftegas, Samaraneftegas y Tomskneftegas, todas ellas filiales de Yukos. La petrolera emitió el pasado miércoles un comunicado de que podría suspender la extracción y trasiego de crudo puesto debido a que el Ministerio de Justicia había prohibido a tres de sus filiales realizar este tipo de actividades. El anuncio disparó el precio del barril de crudo en el mercado de Nueva York, donde superó los 43 dólares.

Yukos tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal y el ministerio de Justicia anunció la pronta venta de Yuganskneftegaz para cobrarle a la petrolera los 3.400 millones de dólares que le son reclamados como impuestos evadidos en 2000. Además, hay una demanda igual sobre 2001 y amenazas de exigir cantidades similares por 2002 y 2003.

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