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Quince muertos y un centenar de heridos en la explosión de un gaseoducto en Bélgica

Quince personas muertas y al menos un centenar heridas es el balance oficial de víctimas de la explosión ocurrida este viernes de una conducción de gas a su paso por un complejo industrial de Ghislenghien (oeste de Bélgica), donde se estaban efectuando unas obras. De los cien heridos, al menos 24 están en estado muy grave y dos de éstos son niños, según datos del Ministerio de Sanidad belga.

L D (Agencias) Los datos sobre el número de víctimas fueron confirmados por el primer ministro Guy Verhofstadt, que regresó de sus vacaciones para ponerse al corriente de la tragedia y estudiar las medidas a tomar, según informó un responsable de la célula de crisis habilitada por las autoridades.

La tragedia se desencadenó sobre las 08.30 horas (06.30 GMT) cuando, junto a la fábrica Diamond Board, en el citado complejo industrial, un golpe accidental que se cree pudo ser propinado por una máquina pesada, que abrió una brecha en el gasoducto de la compañía Distrigaz sin que nadie se percatara de ello.

Minutos después, los operarios de la obra avisaron a los bomberos por el fuerte olor a gas, y fue durante la intervención de éstos cuando se produjo la gran deflagración que proyectó a varios de los fallecidos hasta un trigal cercano, según narraron algunos testigos presenciales.

La explosión, que redujo a cenizas gran parte del complejo industrial, un gran número de vehículos y varios campos de siembra, pudo escucharse en varios kilómetros a la redonda y llevó a pensar a varios vecinos de la zona en que un gran avión comercial se había estrellado, según declararon a la cadena de televisión francófona RTL.
 
Centro de crisis

Tras conocer la magnitud de la tragedia, las autoridades habilitaron un centro de crisis y desplazaron inicialmente a la zona unas 50 ambulancias y 10 equipos médicos, posteriormente reforzados con seis helicópteros del ejército y personal y un equipo de la Cruz Roja para colaborar en las evacuaciones.

Entre los fallecidos, se cree que figuran al menos tres bomberos de los que acudieron al conocer que había un fuerte olor a gas, así como un agente de la compañía Electrabel que se desplazó con dos compañeros -ambos heridos- tras serle comunicada la fuga, según señala esta empresa en un comunicado.

Los heridos, en su gran mayoría quemados de diversa consideración fueron evacuados por el Ejército a distintos hospitales, entre ellos los de Lovaina (sureste), Amberes (norte), Gante (oeste) y Lieja (este), aunque algunos afectados están siendo trasladados a hospitales del norte de Francia y de Alemania, según la agencia belga. Desde el norte de Francia fueron enviados cuatro helicópteros para participar en el reparto de los heridos por los hospitales belgas, franceses y alemanes. También se ha pedido apoyo en caso de necesidad a al menos dos hospitales holandeses.
 
Las llamas alcanzaron más un centenar de metros

Tras conocer la tragedia, tanto el primer ministro Verhofstadt, que se encontraba de vacaciones en Italia, como el ministro de Sanidad, Rudy Demotte, que descansaba en Bulgaria, regresaron de inmediato a Bélgica. Una vez que los bomberos controlaron las llamas, que alcanzaron más de un centenar de metros, se puso en marcha un dispositivo de vigilancia para controlar que no se produzcan nuevos escapes que puedan perjudicar a la población colindante.

Demotte, que coordinó telefónicamente la operación de emergencia en las primeras horas, llegó a Bruselas mediada la tarde y se trasladó directamente al lugar de la tragedia para conocer el alcance de la misma sobre el terreno, señalaron a EFE fuentes del Ministerio. También el Príncipe Laurent de Bélgica ha visitado esta tarde la zona afectada, al igual que mañana lo hará su padre, el Rey Alberto II, en una pausa en sus vacaciones.

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