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Conde Pumpido investigará la comparecencia de Fungairiño que evitó revelar secretos sumariales

El PP no quería asistir a la comisión del 11-M mientras el sumario estuviera sujeto a secreto. Pero el diario El País publicó una filtración –que no partió de la Audiencia Nacional– de parte de las diligencias que obligó al juez Del Olmo a sellar decenas de miles de folios. La información se usó para culpar a Acebes de perseguir la pista de ETA de forma interesada. Comenzada la comisión, Eduardo Fungairiño, no quiso contribuir a seguir levantando secretos. Pero Conde Pumpido promete investigar el celo del Fiscal jefe de la Audiencia.

(Libertad Digital) El propio Eduardo Fungairiño remitió a la Fiscalía General del Estado que dirige Cándido Conde Pumpido una providencia sobre la grave filtración al diario El País por si era constitutiva de delito al haber violado el secreto sumarial a la que estaban sujetas las providencias.
 
La información con la que el diario del grupo Prisa contraprogramó las exclusivas de El Mundo venía a decir que el ex ministro del Interior, Ángel Acebes, sabía desde el principio que la pista de ETA era errónea porque “la Policía siguió la pista islámica desde las primeras horas”. Ese mismo día, el 5 de mayo, el diario El Mundo desvelaba los vínculos entre el confidente Rafá Zohuier con el coronel de la Guardia Civil Félix Hernando, uno de los principales colaboradores del ex secretario de Estado de Seguridad en los gobiernos de Felipe González, Rafael Vera.
 
Los informativos de la cadena SER, CNN+ y hasta el portavoz del PSOE, José Blanco, sólo hacían mención ese día a la exclusiva de El País, la que procedía de una filtración que, como quedó demostrado, no había salido de la Audiencia Nacional. El celo del instructor, Juan Del Olmo, no dejaba lugar a dudas y el propio juez elevó una providencia en la que instaba a la Fiscalía de este tribunal a “perseguir y asegurar el objeto y finalidad del secreto de la instrucción penal y, en su caso, perseguir posibles infracciones penales”.
 
Al no ser la revelación de secretos objeto de la Audiencia, Fungairiño remitió la providencia a la Fiscalía general. Conde Pumpido dijo no tener constancia de que se hubieran producido filtraciones y pidió a la Audiencia que justificara por qué cree que procede abrir diligencias, si las filtraciones afectan a la investigación y en qué se diferencian de otras "numerosísimas informaciones" que, según él, genera la Audiencia Nacional a diario. El instructor Del Olmo tuvo que sellar cerca de diez mil folios con tampones especiales para marcar el sumario y evitar nuevas filtraciones que pudieran entorpecer la investigación.
 
Tras las sesiones de la comisión, los grupos minoritarios se quejaron de la comparecencia del fiscal de la Audiencia Nacional en la que, recurriendo a la ironía, esquivó cualquier respuesta que tuviera que ver con el sumario del 11-M. Algunos diputados lo interpretaron como una falta de respeto hacia los trabajos de los comisionados. Días después, el 20 de julio, Fungairiño remitió una carta al presidente de la comisión, Paulino Rivero, expresando sus disculpas a quien se hubiera sentido ofendido con sus respuestas que sólo perseguían “contribuir a la averiguación de la verdad, con los inevitables límites que entraña el mantenimiento del secreto sumarial”.
 
Sin embargo, en el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, sí han calado las quejas por la citada comparecencia. Pese a que lo grave hubiera sido que Fungairiño revelara datos del sumario sujetos a secreto, el fiscal general ha prometido este viernes examinar “con la máxima atención” la polémica comparecencia. La procedencia de la filtración al diario El País, sin embargo, sigue pendiente.

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