(Libertad Digital) Se trata de la segunda parte de una entrevista concedida a los diarios que integran la Organización Editorial Mexicana. Mario Vázquez Raña, autor de la entrevista y presidente de la OEM, pregunta a Zapatero: “¿Qué riesgo corre España al separar el terrorismo de ETA del terrorismo internacional como dos casos aislados?”. Y Zapatero responde: “La etiología, las causas de uno y otro son completamente diferentes y la respuesta también”.
A continuación, el presidente del Gobierno explica a su entrevistador que "afortunadamente el terrorismo de ETA está en declive. Yo creo que cada vez es más insostenible para el fanatismo etarra tener un cierto apoyo social y en esto se ha avanzado mucho". Tras destacar y elogiar la colaboración del Gobierno de Vicente Fox en la lucha contra ETA, Zapatero profundiza en su tesis sobre la diferencia entre el “terrorismo internacional” –ya dijo en el Congreso de los Diputados que él no quiere llamarlo islamista– y el doméstico, el de ETA. Además de fijarse en “las causas”, distingue también en la forma de neutralizarlo: “... desde luego la respuesta no puede ser la fuerza, sino la inteligencia; la respuesta no pueden ser las bombas, sino la acción política, la acción policial, la acción de los servicios de inteligencia".
Para el presidente español, la acción política es fundamental "para que las civilizaciones no se vean unas frente a otras, para que nadie piense que Occidente quiere marcar el rumbo de países árabes o islamistas". Durante la entrevista, Zapatero se siente orgulloso de que “España cae bien”. “Mi visión de España –dice Zapatero– no puede ser más que una visión universal, porque si hay algo muy satisfactorio que he comprobado desde que soy Presidente, es que España es un país que tiene todas las cosas buenas en el mundo, es un país que cae bien. Nuestra gente, nuestro país, Mario, cae bien y eso lo he comprobado. Cae bien en Europa, cae bien en África, en el Mediterráneo, cae bien en Asia y no digamos en Latinoamérica, en donde yo me siento privilegiado”. De hecho, dice coincidir con el escritor Carlos Fuentes en que “hay pocos países en el mundo con tanta capacidad universal de relación como España, porque somos americanos, europeos, pero también tenemos una parte judía y una parte árabe”.
En referencia al Pacto Antiterrorista acordado en 2000 con el PP y el anterior Gobierno, Zapatero dice que sigue vigente porque la esencia de ese texto, explica, "es decir a los violentos: hagan ustedes lo que hagan, aunque quieran derramar más sangre de manera injusta, ustedes no van a conseguir nada". No aclara si sigue compartiendo el preámbulo del Acuerdo en el que se veta la entrada del PNV mientras sostenga, como hace, la letra del Pacto de Estella, la alianza con el ya desaparecido brazo político del terrorismo.
Sí hace mención a lo que parece que va a marcar las conclusiones de la comisión de investigación del 11-M, es decir, la intención de abrir el Pacto Antiterrorista original a todos los partidos con la excusa, precisamente, de que las causas del terror en España han cambiado tras la masacre de marzo. Lo explica así: "Ahora estamos con el objetivo de entrar también a un acuerdo contra el terrorismo internacional que sea la extensión natural a lo que se ha iniciado en la Unión Europea y en general en la comunidad internacional y que una de verdad, con un consenso de fondo, a todas las fuerzas políticas democráticas".
A continuación, el presidente del Gobierno explica a su entrevistador que "afortunadamente el terrorismo de ETA está en declive. Yo creo que cada vez es más insostenible para el fanatismo etarra tener un cierto apoyo social y en esto se ha avanzado mucho". Tras destacar y elogiar la colaboración del Gobierno de Vicente Fox en la lucha contra ETA, Zapatero profundiza en su tesis sobre la diferencia entre el “terrorismo internacional” –ya dijo en el Congreso de los Diputados que él no quiere llamarlo islamista– y el doméstico, el de ETA. Además de fijarse en “las causas”, distingue también en la forma de neutralizarlo: “... desde luego la respuesta no puede ser la fuerza, sino la inteligencia; la respuesta no pueden ser las bombas, sino la acción política, la acción policial, la acción de los servicios de inteligencia".
Para el presidente español, la acción política es fundamental "para que las civilizaciones no se vean unas frente a otras, para que nadie piense que Occidente quiere marcar el rumbo de países árabes o islamistas". Durante la entrevista, Zapatero se siente orgulloso de que “España cae bien”. “Mi visión de España –dice Zapatero– no puede ser más que una visión universal, porque si hay algo muy satisfactorio que he comprobado desde que soy Presidente, es que España es un país que tiene todas las cosas buenas en el mundo, es un país que cae bien. Nuestra gente, nuestro país, Mario, cae bien y eso lo he comprobado. Cae bien en Europa, cae bien en África, en el Mediterráneo, cae bien en Asia y no digamos en Latinoamérica, en donde yo me siento privilegiado”. De hecho, dice coincidir con el escritor Carlos Fuentes en que “hay pocos países en el mundo con tanta capacidad universal de relación como España, porque somos americanos, europeos, pero también tenemos una parte judía y una parte árabe”.
En referencia al Pacto Antiterrorista acordado en 2000 con el PP y el anterior Gobierno, Zapatero dice que sigue vigente porque la esencia de ese texto, explica, "es decir a los violentos: hagan ustedes lo que hagan, aunque quieran derramar más sangre de manera injusta, ustedes no van a conseguir nada". No aclara si sigue compartiendo el preámbulo del Acuerdo en el que se veta la entrada del PNV mientras sostenga, como hace, la letra del Pacto de Estella, la alianza con el ya desaparecido brazo político del terrorismo.
Sí hace mención a lo que parece que va a marcar las conclusiones de la comisión de investigación del 11-M, es decir, la intención de abrir el Pacto Antiterrorista original a todos los partidos con la excusa, precisamente, de que las causas del terror en España han cambiado tras la masacre de marzo. Lo explica así: "Ahora estamos con el objetivo de entrar también a un acuerdo contra el terrorismo internacional que sea la extensión natural a lo que se ha iniciado en la Unión Europea y en general en la comunidad internacional y que una de verdad, con un consenso de fondo, a todas las fuerzas políticas democráticas".