L D (EFE) Kenteris, campeón olímpico de los 200 metros, y Thanou, subcampeona olímpica de los 100, no aparecieron el pasado jueves en la Villa Olímpica, donde oficialmente se encontraban, cuando un oficial del COI se presentó para someterlos a un control antidopaje por sorpresa.
Los dos velocistas se encuentran en el hospital KAT de Atenas, donde fueron ingresados tras sufrir un accidente de moto la madrugada del viernes en Glifada, una zona costera de Atenas. La Policía no encontró rastros del accidente en el lugar donde supuestamente se produjo. La Comisión Ejecutiva del COG, presidida por Lambis Nikolau y formada por siete personas, ha debatido este sábado el caso durante cuatro horas y al final ha optado por apartar a los dos atletas del equipo olímpico a la espera de la decisión final del COI, cuya Comisión Disciplinaria los ha convocado para el próximo lunes.
El Jefe de la Misión griega, Yannis Papadoyannakis, ha acudido a la reunión del COG y ha presentado una propuesta que ha querido revelar. También ha estado presente el entrenador de los dos atletas, Christos Tzékos, y el abogado Michalis Dimitrakopoulos. Los medios de comunicación locales daban por segura la exclusión de los dos atletas sin esperar a que la Comisión Disciplinaria del COI eleve su informe a la Comisión Ejecutiva del COI, instancia encargada de resolver el asunto.
Orgullosos de la ceremonia de apertura, los griegos se avergüenzan de la conducta de los dos buques insignia de su atletismo y empiezan a pedir responsabilidades. Casi todos los diarios griegos hablan de circunstancias "imprecisas" de un accidente "misterioso" que no ha dejado la menor huella en el lugar del suceso, pese a la intensa pesquisa policial. Kenteris y Thanou estropearon la fiesta a sus compatriotas y el diario popular Avriani no se lo perdona: "que los cuelguen", reclamaba en titulares.
El hombre más popular de Grecia, que ha dado nombre a un gigantesco ferry; el único atleta que ha sido campeón de Europa, del mundo y olímpico de 200 metros, ha perdido el sitio que ocupaba en el corazón de sus compatriotas. El Comité Organizador de los Juegos, según diversas fuentes, le había reservado el honor de encender el pebetero olímpico en la ceremonia inaugura. Sin embargo, tuvo que asistir al espectáculo desde el hospital, donde se refugió de la tormenta que se cernía sobre él y su compañera de entrenamientos Thanou.
Los dos son discípulos de Christos Tzékos, un vencedor de productos nutricionales que ha exhibido una rara habilidad para confundir a los oficiales de cualquier adscripción que osan reclamarlos para pasar controles de dopaje. Esta ha sido la tercera vez en 16 meses que Kenteris y Thanou burlan la vigilancia de los oficiales encargados de los controles de dopaje, sea cual sea la instancia que los envía. Antes lo hicieron en Qatar, en abril de 2003, y hace pocos días en Chicago.
Los dos velocistas se encuentran en el hospital KAT de Atenas, donde fueron ingresados tras sufrir un accidente de moto la madrugada del viernes en Glifada, una zona costera de Atenas. La Policía no encontró rastros del accidente en el lugar donde supuestamente se produjo. La Comisión Ejecutiva del COG, presidida por Lambis Nikolau y formada por siete personas, ha debatido este sábado el caso durante cuatro horas y al final ha optado por apartar a los dos atletas del equipo olímpico a la espera de la decisión final del COI, cuya Comisión Disciplinaria los ha convocado para el próximo lunes.
El Jefe de la Misión griega, Yannis Papadoyannakis, ha acudido a la reunión del COG y ha presentado una propuesta que ha querido revelar. También ha estado presente el entrenador de los dos atletas, Christos Tzékos, y el abogado Michalis Dimitrakopoulos. Los medios de comunicación locales daban por segura la exclusión de los dos atletas sin esperar a que la Comisión Disciplinaria del COI eleve su informe a la Comisión Ejecutiva del COI, instancia encargada de resolver el asunto.
Orgullosos de la ceremonia de apertura, los griegos se avergüenzan de la conducta de los dos buques insignia de su atletismo y empiezan a pedir responsabilidades. Casi todos los diarios griegos hablan de circunstancias "imprecisas" de un accidente "misterioso" que no ha dejado la menor huella en el lugar del suceso, pese a la intensa pesquisa policial. Kenteris y Thanou estropearon la fiesta a sus compatriotas y el diario popular Avriani no se lo perdona: "que los cuelguen", reclamaba en titulares.
El hombre más popular de Grecia, que ha dado nombre a un gigantesco ferry; el único atleta que ha sido campeón de Europa, del mundo y olímpico de 200 metros, ha perdido el sitio que ocupaba en el corazón de sus compatriotas. El Comité Organizador de los Juegos, según diversas fuentes, le había reservado el honor de encender el pebetero olímpico en la ceremonia inaugura. Sin embargo, tuvo que asistir al espectáculo desde el hospital, donde se refugió de la tormenta que se cernía sobre él y su compañera de entrenamientos Thanou.
Los dos son discípulos de Christos Tzékos, un vencedor de productos nutricionales que ha exhibido una rara habilidad para confundir a los oficiales de cualquier adscripción que osan reclamarlos para pasar controles de dopaje. Esta ha sido la tercera vez en 16 meses que Kenteris y Thanou burlan la vigilancia de los oficiales encargados de los controles de dopaje, sea cual sea la instancia que los envía. Antes lo hicieron en Qatar, en abril de 2003, y hace pocos días en Chicago.