L D ( Agencias ) El texto prevé la elección en sufragio universal de un presidente de la República asistido por dos vicepresidentes pertenecientes a grupos étnicos y a partidos diferentes. El acuerdo de Pretoria sobre el reparto del poder en Burundi después del periodo de transición que acaba el 31 de octubre, y firmado por 20 partidos ( diez de ellos no lo aprobaron ) estipula que el Consejo de ministros y la Asamblea nacional se compongan de un 60 por ciento de hutus y un 40 por ciento de tutsis, más tres diputados de la etnia Twa en la Asamblea, de la que un mínimo del 30 por ciento deben ser mujeres.
Todas estas disposiciones deberán ser incorporadas a la Constitución de Burundi que será adoptada por referendo. En el segundo artículo, el acuerdo estipula que "los partidos representativos de Burundi están de acuerdo en trabajar juntos para asegurar que el país no se expondrá de nuevo a la violencia étnica y política, a la inseguridad y a la inestabilidad, al genocidio y a la exclusión".
Sin embargo, no lo han firmado dos partidos importantes, la Fuerza para la defensa de la democracia (FDD, ex-principal movimiento rebelde) y la Unión por el progreso nacional (Uprona, de mayoría tutsi). Lo que no ha impedido que tanto el presidente Domitien Ndayizeye y el vicepresidente Zuma se muestren entusiasmados. El primero se muestra "confiado" y el segundo asegura que "estamos haciendo historia".