L D (EFE) El diario Bild cita a una fuente gubernamental que prefirió el anonimato y que rehusó identificar a la persona del Gobierno que estaría actualmente negociando con los amigos o familiares de Mladic, y rehusó asimismo precisar los nombres de éstos últimos.
La misma fuente asegura que Mladic no está en Serbia, contrariamente a lo que lo que la fiscal jefe del TPIY, Carla del Ponte, ha afirmado. Del Ponte también ha expresado su convencimiento de que el general buscado por la Justicia no tiene la intención de entregarse voluntariamente.
El ex comandante del Ejército serbio de Bosnia está en paradero desconocido desde 1996 y sobre él pesa una orden de busca y captura, dictada por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY).
El ex general Mladic está acusado por crímenes de guerra
El TPIY acusó en 1995 a Mladic y al líder político serbobosnio, Radovan Karadzic, también prófugo, de crímenes de guerra contra musulmanes en la guerra de Bosnia ocurrida entre 1992 y 1995.
La primera información sobre las negociaciones del Gobierno serbio con Mladic fue publicada el pasado lunes en la página web del semanario estadounidense Time, noticia que los funcionarios gubernamentales serbios y de la unión estatal de Serbia y Montenegro se han negado a desmentir o confirmar.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, advirtió el pasado lunes en Belgrado a los líderes serbio-montenegrinos de que sus relaciones con la Alianza dependían de su disposición a capturar y extraditar a los acusados de crímenes de guerra.
La primera información sobre las negociaciones del Gobierno serbio con Mladic fue publicada el pasado lunes en la página web del semanario estadounidense Time, noticia que los funcionarios gubernamentales serbios y de la unión estatal de Serbia y Montenegro se han negado a desmentir o confirmar.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, advirtió el pasado lunes en Belgrado a los líderes serbio-montenegrinos de que sus relaciones con la Alianza dependían de su disposición a capturar y extraditar a los acusados de crímenes de guerra.