L D (EFE) A Henin le bastó con romper dos veces el saque de su rival para hacerse con las dos mangas que le permitieron ascender hasta el Olimpo. Con este triunfo, Henin demostró que está recuperada de los problemas físicos que le apartaron de las canchas durante los tres meses anteriores al inicio de los Juegos. Pero Henin volvió a los Juegos plenamente restablecida y eso se dejó notar en el torneo, en el que sólo cedió una manga, aunque estuvo a punto de costarle caro.
Fue durante el partido de semifinales contra la rusa Anastasia Myskina, tercera favorita, que gozó de un 5-1 a su favor en el tercer set, una ventaja de la que no supo sacar provecho para fulminar a la número uno del mundo. La rusa, ganadora este año de Roland Garros, ni siquiera pudo subir al podium, ya que perdió la final de consolación frente a la australiana Alicia Molik, que logró así la medalla de bronce, el mayor éxito en la carrera de la tenista de 23 años. Henin suma un nuevo título a su palmarés en una temporada irregular marcada por las lesiones.
A sus 22 años, Henin suma 18 títulos individuales, entre ellos tres Grand Slam, Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos de 2003 y el Abierto de Australia de este año. Desde octubre de 2003 ocupa la primera plaza de la clasificación mundial. En 1995 empezó a trabajar con el argentino Carlos Rodríguez, que sigue siendo su entrenador actual y que marcó su tenis de un espíritu ganador. Fue 1997 el año que marcó su vida, tanto por los acontecimientos positivos como por los negativos. Ese año ganó la Orange Bowl y el júnior de Roland Garros, lo que le decidió a pasar a profesionales. Pero en 1997, Henin perdió a su madre, auténtico acicate de su carrera, una muerte que marcó su vida.
Fue durante el partido de semifinales contra la rusa Anastasia Myskina, tercera favorita, que gozó de un 5-1 a su favor en el tercer set, una ventaja de la que no supo sacar provecho para fulminar a la número uno del mundo. La rusa, ganadora este año de Roland Garros, ni siquiera pudo subir al podium, ya que perdió la final de consolación frente a la australiana Alicia Molik, que logró así la medalla de bronce, el mayor éxito en la carrera de la tenista de 23 años. Henin suma un nuevo título a su palmarés en una temporada irregular marcada por las lesiones.
A sus 22 años, Henin suma 18 títulos individuales, entre ellos tres Grand Slam, Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos de 2003 y el Abierto de Australia de este año. Desde octubre de 2003 ocupa la primera plaza de la clasificación mundial. En 1995 empezó a trabajar con el argentino Carlos Rodríguez, que sigue siendo su entrenador actual y que marcó su tenis de un espíritu ganador. Fue 1997 el año que marcó su vida, tanto por los acontecimientos positivos como por los negativos. Ese año ganó la Orange Bowl y el júnior de Roland Garros, lo que le decidió a pasar a profesionales. Pero en 1997, Henin perdió a su madre, auténtico acicate de su carrera, una muerte que marcó su vida.