L D (Agencias) Los compromisos de José Luis Rodríguez Zapatero con Cataluña antes de llegar al Gobierno siguen convirtiéndose en letras de próximo vencimiento. La prueba de fuego serán los presupuestos generales del Estado. Encima de la mesa, las exigencias de Carod Rovira –goteará su apoyo a ZP en función de lo que obtenga a cambio–, y el protagonismo de Maragall y el ministro Montilla.
En rueda de prensa tras la primera reunión de la comisión ejecutiva del PSC después de las vacaciones de verano, Montilla explicó que el PSC, como principal formación política catalana en el Congreso, no se resigna a quedarse al margen de la negociación de los Presupuestos del 2005. Montilla recordó que "en el grupo parlamentario socialista (en el Congreso), que también tiene la facultad de hacer enmiendas, hay 21 diputados del PSC", que podrán jugar un papel "activo" en la negociación presupuestaria.
En opinión de Montilla, en primera instancia, los presupuestos deben ser "objeto de diálogo" por parte del Gobierno central y el Ejecutivo catalán, que "ha de marcar las prioridades" de Cataluña. "Después –añade Montilla–, habrá una negociación concertada entre los diferentes grupos parlamentarios que dan apoyo al gobierno de Cataluña (PSC, ERC e ICV)".
José Montilla puntualizó que "no es que negociemos estos presupuestos con el PSOE, sino que estaremos presentes en la negociación". Respecto al porcentaje de inversiones del Estado en Cataluña, Montilla pidió que se "corrijan" las "insuficientes" cantidades previstas en los presupuestos elaborados en la etapa de gobierno del PP. Y es que el dirigente socialista catalán abogó por garantizar que "a lo largo de la legislatura haya un crecimiento sostenido" de las inversiones destinadas a Cataluña, tema que, según comentó, ya está siendo tratado por el conseller de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, y el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes.
Por otra parte, Montilla criticó al líder de CiU en el Parlamento catalán, Artur Mas, por haber "minimizado" la decisión "de profundo calado", tomada por el Gobierno central, de desistir de varios recursos planteados por el anterior Ejecutivo del PP contra leyes catalanas. Según Montilla, "Mas no se puede explicar cómo un gobierno al que no dieron apoyo retira recursos contra leyes del Parlament presentados por un gobierno al que sí apoyaron".