L D (Agencias) US Airways, que tiene su sede en Arlington (Virginia) presentó la petición ante el Tribunal de Quiebra del Distrito Este de ese estado, tan sólo 18 meses después de haber salido de la primera bancarrota como una empresa más reducida y centrada en operaciones regionales.
En los últimos días, la empresa y su sindicato de pilotos, que representa a 3.000 trabajadores, habían expresado su voluntad de retomar las negociaciones con sus trabajadores sobre un conjunto de recortes salariales que esperaba que le ahorraran 295 millones de dólares. Las negociaciones habían quedado interrumpidas a principios de esta semana después de que los trabajadores rechazaran la oferta de la empresa pero la línea aérea accedió a presentar otra propuesta mejorada.
En los últimos días, la empresa y su sindicato de pilotos, que representa a 3.000 trabajadores, habían expresado su voluntad de retomar las negociaciones con sus trabajadores sobre un conjunto de recortes salariales que esperaba que le ahorraran 295 millones de dólares. Las negociaciones habían quedado interrumpidas a principios de esta semana después de que los trabajadores rechazaran la oferta de la empresa pero la línea aérea accedió a presentar otra propuesta mejorada.
Según US Airways, la decisión se debió a la imposibilidad de resolver una disputa sobre salarios y beneficios laborales con su sindicato, lo que le impide la aplicación de un plan de reestructura. "Como aún carecemos de los nuevos acuerdos laborales necesarios para que el plan de transformación tenga éxito, debemos preservar los recursos financieros de la empresa necesarios para su aplicación", afirmó el director ejecutivo de US Airways, Bruce Lakefield, en el comunicado. "Hemos tomado la difícil pero necesaria decisión de completar este proceso con ayuda de la justicia", agregó.
Al igual que en el anterior acuerdo, en agosto de 2002, US Airways presentó la solicitud ante el tribunal de quiebras de Alexandria, Virginia, cercano a Washington, donde la empresa -que cuenta con unos 28.000 trabajadores- tiene su sede. Gracias a esfuerzos considerables de parte del personal y de una severa reestructura, la compañía había logrado en marzo de 2003 salir de la protección del Capítulo 11, tal como se conoce a la ley de Quiebras en Estados Unidos. Pero la suerte le duró poco. Tras lograr reducir sus costos operacionales en cerca de 2.000 millones de dólares anuales, sería una pena tirar todo el esfuerzo por la borda, insistió Lakefield.
El miércoles próximo US Airways debía depositar unos 110 millones de dólares de pagos en un fondo de retiro. Las causas de sus dificultades son múltiples, explicó Lakefield: "el éxito creciente de las compañías de bajos precios, la escalada de los precios del keroseno y la demanda del público por tarifas más bajas y simples, exigen que la compañía establezca una estructura de los costos" que la hagan competitiva.
Además, la subida del precio del crudo generó un incremento de cerca de 300 millones de dólares del gasto de keroseno en 2004, según la empresa que, evidentemente, no puede hacerlo repercutir en los precios de los billetes aéreos para no perder competitividad. Paralelamente, se prevé que las ganancias que dejan los vuelos de las principales líneas se reduzcan en unos 450 millones de dólares.