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Basayev asume la autoría del asalto terrorista en Beslán y del doble atentado aéreo

Shamil Basayev, el terrorista islamista checheno más buscado por Moscú, asume en un carta la autoría de la matanza de la escuela de Beslán, donde más de 330 personas murieron, más de la mitad niños. El líder de los terroristas chechenos asumió también la responsabilidad de los atentados suicidas perpetrados a finales de agosto contra dos aviones de pasajeros y una estación de metro en Moscú, que causaron la muerte de un centenar de personas.

Shamil Basayev, el terrorista islamista checheno más buscado por Moscú, asume en un carta la autoría de la matanza de la escuela de Beslán, donde más de 330 personas murieron, más de la mitad niños. El líder de los terroristas chechenos asumió también la responsabilidad de los atentados suicidas perpetrados a finales de agosto contra dos aviones de pasajeros y una estación de metro en Moscú, que causaron la muerte de un centenar de personas.

LD (Agencias) Según un comunicado difundido por la página web utilizado por los terroristas chechenos, su líder, Shamil Basayev, se atribuye la autoría del asalto terrorista a una escuela de Beslán (Osetia del Norte), la explosión de bombas en el interior de dos aviones de pasajeros y el atentado contra una estación del metro de Moscú. La ola terrorista lanzada en menos de un mes ha tenido como saldo más de quinientas personas.

La carta de Basayev, islamista que luchó en Afganistán al lado de los talibanes y recibió entrenamiento en campos de Al-Qaeda, dice que "exigimos una investigación pública a la ONU, la Unión Europea (UE) y a todos aquellos que condenaron nuestras acciones de forma unilateral, y estamos dispuestos a brindarles toda cooperación e información para aclarar lo sucedido". Sobre el masivo secuestro en la escuela de Beslán, que dejó 330 muertos, la mitad de ellos niños, afirma que hubo "asalto por parte de los servicios especiales rusos" y que éste se "planeó desde el comienzo".

Como prueba en contra de las afirmaciones oficiales, señala que el comando que capturó la escuela desde el comienzo mismo presentó sus exigencias y condiciones "claras y precisas". Enseguida, el comunicado enumera todas las exigencias, la primera de las cuales es el cese inmediato de la guerra en Chechenia y el comienzo de la retirada de tropas o, "si (Vladímir) Putin no quiere la paz, su dimisión del cargo de presidente de la Federación de Rusia".
 
Las exigencias indicaban que los rehenes recibirían agua en cuanto Putin firmase la orden de cesar la guerra y serían alimentados nada más comenzar la retirada de tropas. Basáyev relata cuál era el esquema de minado empleado en la escuela de Beslán para asegurar que las explosiones fueron obra de los servicios secretos rusos. "Proponemos que expertos independientes examinen la metralla y el carácter de las heridas", añade.
 
El comunicado insiste en que los últimos atentados nada tienen que ver con el terrorismo internacional, y son resultado exclusivo de "la lucha de liberación nacional del pueblo chechén por su libertad e independencia". "Lamentamos lo ocurrido en Beslán. Lo que ocurrió es que la guerra que hace cinco años nos declaró Putin y que ha aniquilado a más de 40.000 y mutilado a más de 5.000 niños chechenos, ha regresado al lugar de donde había comenzado", indica.

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