L D (EFE) Langer ha ganado la primera partida a Hal Sutton. La composición de las parejas por parte del alemán, para jugar cada uno su bola, resultó un rotundo éxito, en donde tuvieron un excelente rendimiento los dos españoles en competición, Miguel Ángel Jiménez y Sergio García.
El primer torpedo a la línea de flotación del equipo local vino del acorazado escocés Colin Montgomerie, quien junto al irlandés Padraig Harrington destrozaron a la sorprendente pareja estelar norteamericana, formada por Tiger Woods y Phil Mickelson. Monty, de 41 años, una de las dos invitaciones del capitán y el más veterano en Copa Ryder del equipo del Viejo Continente, volvió a demostrar su poder en partidos a match play (juego por hoyos), pese a que 2004 no ha sido su mejor año en el terreno personal, pues se divorció antes del verano.
En su novena Ryder (ha jugado ininterrumpidamente desde 1991), Montgomerie y Harrington no solamente no se intimidaron ante la presencia de Tiger y del zurdo que ganara en abril el Masters de Augusta, sino que sembraron el pánico ante un público estupefacto ante que sucedía: los norteamericanos tardaron 80 minutos en adjudicarse su primer hoyo. Con sendos birdies en los cuatro primeros hoyos, Monty y Harrington se lanzaron hacia una victoria que sellaron en el hoyo 17 frente al segundo y cuarto jugadores del mundo, los rivales más galácticos de esta Copa Ryder.
Jiménez, también en buena sintonía con el norirlandés Darren Clarke -ambos son consumados fumadores de puros- propinaron una soberana paliza, incontestable, al dúo Davis Love-Chad Campbell, este último debutante, por 5 y 4. El litigio concluyó en el hoyo 14 y supuso el primero de los puntos que sumó Europa. Langer se frotaba las manos al comprobar que sus emparejamientos resultaban letales. Sobre todo sabiendo que la pareja entre García y el inglés Lee Westwood no le defraudaba, con tan buen resultado como lograron en The Belfry hace dos años.
García y Westwood se ríen, se miran, se guiñan, van tapándose los golpes malos y se animan de forma constante. Igual que en The Belfry. Ambos, que empiezan a consolidarse como la pareja más fructífera de la Copa Ryder desde 2002, destrozaron a Love y Campbell por 4 y 3. El único medio punto cedido por Europa en esta primera sesión matinal lo entregaron el debutante inglés Luke Donald y el irlandés Paul McGinley. "Es un buen comienzo, pero la competición es muy larga", alertaba Clarke, en un intento de apaciguar un exceso de euforia inicial.
El primer torpedo a la línea de flotación del equipo local vino del acorazado escocés Colin Montgomerie, quien junto al irlandés Padraig Harrington destrozaron a la sorprendente pareja estelar norteamericana, formada por Tiger Woods y Phil Mickelson. Monty, de 41 años, una de las dos invitaciones del capitán y el más veterano en Copa Ryder del equipo del Viejo Continente, volvió a demostrar su poder en partidos a match play (juego por hoyos), pese a que 2004 no ha sido su mejor año en el terreno personal, pues se divorció antes del verano.
En su novena Ryder (ha jugado ininterrumpidamente desde 1991), Montgomerie y Harrington no solamente no se intimidaron ante la presencia de Tiger y del zurdo que ganara en abril el Masters de Augusta, sino que sembraron el pánico ante un público estupefacto ante que sucedía: los norteamericanos tardaron 80 minutos en adjudicarse su primer hoyo. Con sendos birdies en los cuatro primeros hoyos, Monty y Harrington se lanzaron hacia una victoria que sellaron en el hoyo 17 frente al segundo y cuarto jugadores del mundo, los rivales más galácticos de esta Copa Ryder.
Jiménez, también en buena sintonía con el norirlandés Darren Clarke -ambos son consumados fumadores de puros- propinaron una soberana paliza, incontestable, al dúo Davis Love-Chad Campbell, este último debutante, por 5 y 4. El litigio concluyó en el hoyo 14 y supuso el primero de los puntos que sumó Europa. Langer se frotaba las manos al comprobar que sus emparejamientos resultaban letales. Sobre todo sabiendo que la pareja entre García y el inglés Lee Westwood no le defraudaba, con tan buen resultado como lograron en The Belfry hace dos años.
García y Westwood se ríen, se miran, se guiñan, van tapándose los golpes malos y se animan de forma constante. Igual que en The Belfry. Ambos, que empiezan a consolidarse como la pareja más fructífera de la Copa Ryder desde 2002, destrozaron a Love y Campbell por 4 y 3. El único medio punto cedido por Europa en esta primera sesión matinal lo entregaron el debutante inglés Luke Donald y el irlandés Paul McGinley. "Es un buen comienzo, pero la competición es muy larga", alertaba Clarke, en un intento de apaciguar un exceso de euforia inicial.