LD (EFE) Tras la reunión de su Comité de Mercado Abierto, la Reserva Federal emitió un comunicado en el que indicó que se percibe un equilibrio de riesgos para el crecimiento económico sostenido con estabilidad de precios, y que la inflación se mantiene baja.
"Después de haberse moderado, en parte debido al aumento sustancial de los precios de la energía, el crecimiento de la producción parece haber recuperado algo de ímpetu", señaló en el comunicado el banco central de EEUU.
Desde enero de 2001 y hasta hace tres meses, la Reserva Federal había mantenido una política económica generosa que llevó las tasas de interés a su nivel más bajo desde 1958. Esa política, adoptada cuando comenzó la recesión que duraría hasta noviembre de 2001, pretendió reactivar la economía a través de la estimulación del gasto de los consumidores, que equivale a casi el 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU.
El crecimiento del PIB, que marcó un ritmo anual del 4,5 por ciento de enero a marzo pasado, se desaceleró a un ritmo del 2,8 por ciento en el segundo trimestre. Sin embargo, la Reserva Federal entiendió que se seguían dando las condiciones necesarias para una reactivación y actuó en su reunión de junio para atemperar las presiones inflacionarias, subiendo la tasa de interés del 1 al 1,25 por ciento.
En su reunión siguiente, en agosto, el Comité de Mercado Abierto atribuyó la desaceleración del crecimiento del PIB al aumento de los precios del petróleo e incrementó otro cuarto de punto la tasa de interés interbancario. En el comunicado emitido este martes por la Reserva Federal se afirma que "a pesar del aumento de los precios de la energía, la inflación y la expectativa de inflación han disminuido en meses recientes".
"Después de haberse moderado, en parte debido al aumento sustancial de los precios de la energía, el crecimiento de la producción parece haber recuperado algo de ímpetu", señaló en el comunicado el banco central de EEUU.
Desde enero de 2001 y hasta hace tres meses, la Reserva Federal había mantenido una política económica generosa que llevó las tasas de interés a su nivel más bajo desde 1958. Esa política, adoptada cuando comenzó la recesión que duraría hasta noviembre de 2001, pretendió reactivar la economía a través de la estimulación del gasto de los consumidores, que equivale a casi el 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU.
El crecimiento del PIB, que marcó un ritmo anual del 4,5 por ciento de enero a marzo pasado, se desaceleró a un ritmo del 2,8 por ciento en el segundo trimestre. Sin embargo, la Reserva Federal entiendió que se seguían dando las condiciones necesarias para una reactivación y actuó en su reunión de junio para atemperar las presiones inflacionarias, subiendo la tasa de interés del 1 al 1,25 por ciento.
En su reunión siguiente, en agosto, el Comité de Mercado Abierto atribuyó la desaceleración del crecimiento del PIB al aumento de los precios del petróleo e incrementó otro cuarto de punto la tasa de interés interbancario. En el comunicado emitido este martes por la Reserva Federal se afirma que "a pesar del aumento de los precios de la energía, la inflación y la expectativa de inflación han disminuido en meses recientes".