L D (EFE) Agustín Pujol, presidente de la Federación, y los tres capitanes del equipo español (José Perlas, Jordi Arrese y Juan Bautista Avendaño), serán los encargados de hacer oficial el nombre de la ciudad ganadora en Barcelona.
En principio, el Estadio Olímpico de Sevilla será el escenario preparado para recibir al equipo estadounidense en una pista de tierra batida, aprovechando una de las esquinas del recinto y creando una "grada efímera", para intentar un aforo superior a las 20.000 localidades. La polémica entre Madrid, Barcelona y Sevilla para albergar la segunda final de la Copa Davis en territorio español se decantará por motivos técnicos. Sevilla reúne las condiciones que requiere el equipo español, el nivel del mar, lentitud por tanto para favorecer el juego de las raquetas hispanas y perjudicar en lo posible el temible saque de Andy Roddick, y sobre todo, el apoyo entusiasta del público andaluz.
Organizar este evento costará cerca de dos millones de euros. De esa cantidad 600.000 euros serán los que la Federación Española recibirá como canon por los derechos de la final. El coste del cerramiento del Estadio Olímpico y la construcción de esa "grada efímera" será inferior a los 150 millones de euros. La organización de la final puede parecer en principio un asunto que forme parte del proceso electoral que vive la Federación Española, con su presidente, Agustín Pujol, que se presenta a la reelección, y de la de Madrid, Pedro Muñoz, como serio adversario, pues cuenta con el apoyo de 14 de las 17 federaciones territoriales.
Agustín Pujol decía este lunes que la elección se efectuará según "criterios puramente deportivos y no políticos, porque lo que queremos es ganar la Copa Davis". La final que disputará España en diciembre será la tercera que juegue el combinado español en los últimos cuatro años, tras la victoria en 2000 y la derrota del año pasado, también ante Australia.