El Werder Bremen no perdona a un Valencia que se quedó con diez (2-1)

L D (EFE) El partido no pudo empezar mejor para el Valencia que, en su primera posesión, se adelantó en el marcador cuando apenas había transcurrido un minuto. Una gran combinación por la banda izquierda entre Vicente, Di Vaio y Carboni la acabó el propio Vicente, que una vez más evidenciaba el dulce momento de juego por el que atraviesa. Las cosas se pusieron a pedir de boca para los valencianistas, que controlaban a su antojo el partido y a los que les bastaba un par de toques para plantarse con peligro ante la meta de Reinke, que vio aliviado cómo Di Vaio, antes de llegar al cuarto de hora, perdonaba en dos claras ocasiones la oportunidad de acrecentar la renta del conjunto español.

 

En el ecuador del primer período, el Werder Bremen, con más fuerza que juego, tomó el mando del encuentro y echó muy atrás al Valencia, que veía como el balón rondaba su área aunque sin que Cañizares pasara por demasiados apuros. El equipo de Claudio Ranieri perdía pronto el balón y tenía problemas para trenzar el juego, aunque en las escasas ocasiones en las que lo conseguía metía el susto en el cuerpo al equipo alemán, como en una doble ocasión de Di Vaio y Corradi, que de nuevo perdonaron cuando se rondaba la media hora de juego. El conjunto local presionaba mucho pero sin orden ni concierto ante un sólido Valencia que hizo valer su férreo sistema defensivo para llegar con ventaja al descanso.

En la reanudación, el Werder Bremen salió con mucho ímpetu ante un Valencia que cometió el error de echar muy hacia atrás su línea defensiva y que no encontró la tranquilidad suficiente en la medular para montar los peligrosos contragolpes que había exhibido en la primera mitad. A los diez minutos, Marchena dejó al Valencia con un hombre menos por expulsión, en la jugada clave del encuentro, y los españoles se complicaron la vida. Claudio Ranieri tuvo que dar entrada a Pellegrino y renunciar del incisivo Di Vaio.

Los alemanes no tardaron mucho en sacar jugo de la nueva situación y Klose logró la igualada, haciendo gala de su oportunismo en posición dudosa. El equipo de Ranieri estaba grogui y Borowski envió tres minutos después un balón al poste. El partido se puso muy feo para el Valencia, ya que el encuentro se convirtió en un monólogo del campeón alemán que imprimió un fuerte ritmo al choque y los españoles tuvieron que multiplicarse en defensa para evitar encajar un segundo gol ante la avalancha local. La entrada de Sissoko y Moretti permitió a los visitantes quitarse ligeramente la presión del Werder, que en los últimos minutos volvió a la carga con intensidad y en un gran pase de Micoud, el griego Charisteas culminó a placer la remontada.