L D (EFE) El Barcelona se ha visto envuelto en una polémica por el hecho de fichar a una joven promesa, como recientemente también salpicó una situación similar al Real Madrid, cuando se hizo con los servicios del británico Niall Mason, de tan solo siete años. Acerca del joven jugador argentino, fuentes barcelonistas cercanas al fútbol base han comentado que en ningún caso "se trata de un nuevo Maradona, sino de un buen jugador y goleador. No es una operación de un 'crack'". Además, la entidad azulgrana se apresuró a desmentir que esté dispuesta a abonar 120.000 euros anuales a la familia de la promesa suramericana.
El fichaje de jóvenes promesas mediante el pago de cantidades es una práctica que está totalmente prohibida y la pequeña trampa que los clubes utilizan es el cambio de domicilio de la familia para hacerse con los servicios del futuro 'crack' sin compensación alguna para el club de origen, en este caso el River Plate. Esta parece ser la jugada que podría utilizar el Barcelona, pues la llegada de Erik Lamela a la Ciudad Condal está a expensas de que sus padres obtengan un puesto de trabajo en la capital catalana y el pertinente visado. Conseguido este trámite, la familia Lamela daría el paso definitivo de trasladarse a Barcelona con sus tres hijos, como así ha declarado a la emisora barcelonesa 'Ona Catalana', la madre del pequeño jugador de River Plate, Miriam.
Por su parte, el presidente del River Plate, José María Aguilar, ha evidenciado en diversos medios barceloneses su indignación, si finalmente el futbolista recala en España, ya que el Sevilla también estaba interesado en sus servicios. "Despreciamos cualquier fórmula de piratería", señaló Aguilar, quien aseguró que ha intentado infructuosamente hablar con el presidente del Barcelona, Joan Laporta, a la vez que deseó que finalmente la entidad barcelonista "no esté implicada en este tipo de consultas". El Barcelona se ha negado a realizar cualquier tipo de comentario acerca de este jugador, especialmente porque en el caso de que llegase a reconocer el fichaje podría incurrir en una ilegalidad.
El fichaje de jóvenes promesas mediante el pago de cantidades es una práctica que está totalmente prohibida y la pequeña trampa que los clubes utilizan es el cambio de domicilio de la familia para hacerse con los servicios del futuro 'crack' sin compensación alguna para el club de origen, en este caso el River Plate. Esta parece ser la jugada que podría utilizar el Barcelona, pues la llegada de Erik Lamela a la Ciudad Condal está a expensas de que sus padres obtengan un puesto de trabajo en la capital catalana y el pertinente visado. Conseguido este trámite, la familia Lamela daría el paso definitivo de trasladarse a Barcelona con sus tres hijos, como así ha declarado a la emisora barcelonesa 'Ona Catalana', la madre del pequeño jugador de River Plate, Miriam.
Por su parte, el presidente del River Plate, José María Aguilar, ha evidenciado en diversos medios barceloneses su indignación, si finalmente el futbolista recala en España, ya que el Sevilla también estaba interesado en sus servicios. "Despreciamos cualquier fórmula de piratería", señaló Aguilar, quien aseguró que ha intentado infructuosamente hablar con el presidente del Barcelona, Joan Laporta, a la vez que deseó que finalmente la entidad barcelonista "no esté implicada en este tipo de consultas". El Barcelona se ha negado a realizar cualquier tipo de comentario acerca de este jugador, especialmente porque en el caso de que llegase a reconocer el fichaje podría incurrir en una ilegalidad.