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El caso de Pedro Jiménez abre el debate sobre la reforma del reglamento penitenciario

El departamento de Justicia de la Generalidat estudiará la conveniencia de modificar el reglamento penitenciario para evitar casos como el de Pedro Jiménez García, violador reincidente internado en la cárcel de Brians que disfrutaba de un permiso cuando supuestamente cometió el doble crimen.

El departamento de Justicia de la Generalidat estudiará la conveniencia de modificar el reglamento penitenciario para evitar casos como el de Pedro Jiménez García, violador reincidente internado en la cárcel de Brians que disfrutaba de un permiso cuando supuestamente cometió el doble crimen.
L D (EFE) El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha dicho este viernes que "algo se habrá que revisar" en la política de permisos penitenciarios "debido a los problemas que se ha demostrado que conllevan". Maragall ha declarado que el Gobierno ha de lograr un sistema penitenciario "capaz de acoger a las personas que han delinquido" y que el sistema judicial deberá tener "unos criterios de decisión de las autorizaciones que estén más adaptadas a la realidad de los peligros que tenemos".

El consejero catalán de Justicia, Josep Maria Vallés, se ha mostrado partidario de "abrir una reflexión" sobre si la normativa actualmente aplicable a la concesión de permisos penitenciarios es "la más adecuada", pero considera que no deben darse "reacciones precipitadas". "En estos momentos, los presos tienen derecho a los mismos permisos, sea cuál sea el delito. Si debemos introducir algunas correcciones en el reglamento penitenciario, es algo que debemos mirar con atención", ha manifestado.

No obstante, ha destacado que el año pasado se dieron en Cataluña 3.500 permisos "y sólo en menos del 3% de los casos el preso rompió la condena", y ha añadido que los reclusos que no vuelven a la cárcel "no han de poner en tela de juicio todo un sistema".

En Toral de los Guzmanes (León), alrededor de 2.000 personas han dado el último adiós a Aurora Rodríguez, una de las dos policías asesinadas, que ha recibido sepultura en su localidad natal.

El pueblo al completo, unos setecientos habitantes, y gente de otras poblaciones limítrofes se han desplazado hasta el cementerio de Toral de los Guzmanes para despedir a la joven policía, de 23 años, que compartía piso con su compañera en el Cuerpo Silvia Nogaledo, también brutalmente asesinada.

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