(Libertad Digital) Las declaraciones de Adolfo Prego en La Linterna que dirige César Vidal han sorprendido por su dureza. En el mismo día en el que la mayoría del CGPJ –todavía efectiva en cuanto al reflejo de sus votos– ha emitido el resultado de un estudio que duda de la constitucional del nuevo sistema de mayorías para elegir a los cargos más importantes de la judicatura, Prego ha analizado lo que se avecina en el panorama legislativo y judicial de la etapa de Zapatero.
La primera crítica no puede ser más clara: la reforma pretende “cargarse el CGPJ”. Para el vocal y presidente de la Comisión de Estudios la labor del Consejo en la elección de los jueces es esencial para garantizar independencia. “Sin un poder judicial independiente –advierte Prego–, no hay ni puede haber libertad”. El problema principal radica en que desde la llegada del PSOE al poder “el Gobierno de Zapatero señala al Consejo General del Poder Judicial como si fuera el posible agresor”, lo que en su opinión se convierte en “una perversión del sistema judicial”.
El demoledor análisis del vocal de la mayoría pasa por apreciar que para el presidente del Gobierno la independencia judicial es un problema. Lo explica de forma nítida, al hilo de los últimos acontecimientos: “Como no nos acomodamos a sus exigencias y como no nos pueden echar, como han hecho con los directores de prisiones, lo que hacen es que nos rebajan el peso de los votos, los que somos más en el CGPJ votaremos con menos peso, y los que son menos, votarán con más: eso es lo que quiere este Gobierno”. La comparación de Prego entre los jueces y los directores de prisiones destituidos por el Gobierno en una purga sin precedentes, da una idea de cómo ha sentado entre la mayoría del Consejo este intento del Ejecutivo de tener controlados a los administradores de Justicia en instancias tan relevantes como el Tribunal Supremo o los Tribunales Superiores de las comunidades autónomas.
El problema es la reforma de las mayorías: Para Prego “exigir tres quintos –lo aprobado por el Gobierno– es la mejor manera de politizar la justicia y es el virus que no debe entrar nunca”. En su opinión “no se puede decir que el sistema de voto de la mitad más uno, no es democrático, lleva siendo así desde hace 25 años pero ahora –lamenta– se quejan porque los nombramientos que hemos hecho desde el Consejo no les gustan”.
Adolfo Prego no ha dudado en trasladar a la política el horizonte que se vislumbra. Preguntándose por quién será el beneficiario directo de estas reformas, el magistrado ha concluido que “a quien va a beneficiar es a los que se quieren cargar la Constitución” porque, a su juicio, “todo este invento socialista para reformar el sistema de mayorías va a tener unos efectos demoledores para el sistema judicial”.
Las “chapuzas jurídicas” del Gabinete Zapatero “en el telediario”
Respecto a otros asuntos de la actualidad legislativa y judicial producidas tras la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, Adolfo Prego tampoco ha ahorrado críticas. En referencia a la Ley llamada contra la violencia de género, el vocal reprochó que “el Gobierno está haciendo muchas leyes, como ésta, sólo para salir en el telediario de mañana”. Según el magistrado, “esta ley es tan mala que da para escribir tomos y tomos”. Se explica: “La exclusión del varón en la misma es caprichosa y arbitraria, no es discriminación positiva para la mujer, sino negativa para el hombre”.
El vocal del CGPJ ha apuntado que un asunto tan importante como la violencia doméstica no se puede resolver con “chapuzas jurídicas”, con una ley “espantosa, discriminatoria, que lo único que tiene de bueno es la intención”. Y en cuanto a los matrimonios homosexuales, y a la negativa del ejecutivo de pedir al Consejo que remita un informe sobre los mismos como en los casos anteriores, Prego ha apuntado que “no se nos oye, no se nos da plazos, si nos lo piden al final, encantados, si no nos quieren escuchar, peor para ellos”