L D (EFE) Las modelos, 25 en total, que recibirán entre 900 y 1.500 euros por la semana en que dure el Masters, han decidido no permanecer al margen de la polémica y defenderse de los ataques. "Todos los comentarios están fuera de lugar. Se ha desplazado todo el interés con comentarios innecesarios. Somos profesionales y lo hacemos lo mejor que podemos", añade Romero, que refleja el sentir general de las modelos que, en su mayoría, consideran esta labor "una experiencia inolvidable",
Uno de los primeros reproches procedió directamente del Gobierno, que por boca de Soledad Murillo, secretaria de Políticas de Igualdad, pidió su retirada por fomentar una visión discriminatoria de las mujeres como "simples objetos de decoración y divertimento". Pero este planteamiento del "uso sexista de la imagen de las mujeres", ha sido sólo el inicio de una sucesión de críticas de instituciones políticas, organizaciones sociales e, incluso, de los niños (y niñas) que tradicionalmente ejercían de recogepelotas.
Las modelos solo actúan durante un partido al día, el que se celebra a las 19,30 y se emite en directo por Televisión Española, aunque esta restricción no es consuelo para los chicos que se han encargado año tras año de esta faceta. Entre otras razones porque en los partidos decisivos se prescindirá ellos: "Lo que más rabia nos da es que ellas estarán en las semifinales y en la final", reconoce Iván, uno de los perjudicados.
En defensa de estos alumnos salió el grupo municipal socialista, que ha pedido al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que intervenga "personalmente" para que vuelvan a ser los alumnos de las escuelas de tenis los que ejerzan las labores de recogepelotas. Inés Sabanés, portavoz de IU en el Ayuntamiento de la capital, se sumó a esta petición: "Pediremos explicaciones sobre esta decisión al Gobierno municipal, porque no puede mirar para otro lado en un tema del que es responsable y afecta a la candidatura olímpica".
Aún más lejos llegó la Federación de Consumidores en Acción, que presentó una denuncia ante la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid y al Instituto Nacional de Consumo contra la firma de moda Hugo Boss, patrocinador de las chicas, por su "presentación sexista". La organización del torneo no ha hecho caso a las críticas. Manolo Santana, director del Masters, las considera "unas trabajadoras más que cobran como cualquier otro colaborador".
Y mientras en las pistas del Rockódromo de Madrid continúa la disputa del Masters, con la presencia de algunas de las principales figuras del tenis mundial, indiferentes a la polémica que les rodea. Con todo, alguno, como Feliciano López, quiso expresar su parecer y restarle importancia al asunto: "No creo que sea tan importante. Los comentarios sobre si es algo sexista me parecen fuera de contexto", manifestó, corroborando el pensamiento de compañeros como Alex Corretja y Albert Costa. Pero, sin lugar a dudas, el punto más irónico en toda polémica lo puso Andre Agassi, para quien la faldas de las modelos "deberían ser más cortas", aunque el estadounidense matizó que sólo "para que pudieran correr mejor".
Uno de los primeros reproches procedió directamente del Gobierno, que por boca de Soledad Murillo, secretaria de Políticas de Igualdad, pidió su retirada por fomentar una visión discriminatoria de las mujeres como "simples objetos de decoración y divertimento". Pero este planteamiento del "uso sexista de la imagen de las mujeres", ha sido sólo el inicio de una sucesión de críticas de instituciones políticas, organizaciones sociales e, incluso, de los niños (y niñas) que tradicionalmente ejercían de recogepelotas.
Las modelos solo actúan durante un partido al día, el que se celebra a las 19,30 y se emite en directo por Televisión Española, aunque esta restricción no es consuelo para los chicos que se han encargado año tras año de esta faceta. Entre otras razones porque en los partidos decisivos se prescindirá ellos: "Lo que más rabia nos da es que ellas estarán en las semifinales y en la final", reconoce Iván, uno de los perjudicados.
En defensa de estos alumnos salió el grupo municipal socialista, que ha pedido al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que intervenga "personalmente" para que vuelvan a ser los alumnos de las escuelas de tenis los que ejerzan las labores de recogepelotas. Inés Sabanés, portavoz de IU en el Ayuntamiento de la capital, se sumó a esta petición: "Pediremos explicaciones sobre esta decisión al Gobierno municipal, porque no puede mirar para otro lado en un tema del que es responsable y afecta a la candidatura olímpica".
Aún más lejos llegó la Federación de Consumidores en Acción, que presentó una denuncia ante la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid y al Instituto Nacional de Consumo contra la firma de moda Hugo Boss, patrocinador de las chicas, por su "presentación sexista". La organización del torneo no ha hecho caso a las críticas. Manolo Santana, director del Masters, las considera "unas trabajadoras más que cobran como cualquier otro colaborador".
Y mientras en las pistas del Rockódromo de Madrid continúa la disputa del Masters, con la presencia de algunas de las principales figuras del tenis mundial, indiferentes a la polémica que les rodea. Con todo, alguno, como Feliciano López, quiso expresar su parecer y restarle importancia al asunto: "No creo que sea tan importante. Los comentarios sobre si es algo sexista me parecen fuera de contexto", manifestó, corroborando el pensamiento de compañeros como Alex Corretja y Albert Costa. Pero, sin lugar a dudas, el punto más irónico en toda polémica lo puso Andre Agassi, para quien la faldas de las modelos "deberían ser más cortas", aunque el estadounidense matizó que sólo "para que pudieran correr mejor".