El ministro de Defensa también ha asegurado que en una nota informativa del Ejército del Aire (fechada el 7 de febrero de 2003, más de tres meses antes de la tragedia) sobre los vuelos en aviones rusos ya se alertaba de la falta de seguridad. Según Bono, el Estado Mayor dice que la nota no llegó a sus dependencias y sí a las del Ministerio de Defensa. Además, el político manchego dijo que el Yak42 "no debió volar" porque tenía "dos averías graves".
Por si a caso, el ministro avisó de que desentrañar lo ocurrido por si mismo "no conjura el peligro de accidentes", ya que siempre existirán riesgos y los seres humanos se equivocan. Después de todas las acusaciones vertidas, Bono advirtió que no iba a utilizar el debate para censurar la actuación de su antecesor en el cargo, Federico Trillo.
Trillo: "Nadie puede pedirme lo que no es suyo"
Precisamente, el ex ministro de Defensa intervino ante el pleno del Congreso tras sentirse reiteradamente aludido durante el debate sobre el accidente del Yak-42, respecto al que anunció que seguirá "buscando la verdad" desde el escaño que le dieron los electores de Alicante. "Nadie puede pedirme lo que no es suyo", dijo Trillo en referencia a las peticiones de que renuncie a su acta de diputado, en un turno excepcional de intervención que le concedió el presidente del Congreso, Manuel Marín, por alusiones.
Tras asegurar que pedía la palabra al creer llegada "la hora y el lugar de la verdad", aseguró que ni él ni la cúpula política del Ministerio tomaron la decisión de contratar el avión, ni tuvieron constancia de las quejas sobre el estado de los aviones, ni tampoco conocieron errores en la identificación de los cadáveres "ni antes, ni durante, ni después" del funeral organizado por las 62 víctimas.