L D (EFE) En su discurso durante el acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, el Heredero de la Corona dijo que la "felicidad" que vive junto a Doña Letizia no les hace olvidar "la acción fanática e inhumana de grupos despojados de todo orden moral que, destilando odio y rencor, amenazan la vida en paz y la existencia misma de millones de personas en todos los continentes".
"El terrorismo en todas sus ramificaciones, modalidades y conexiones se erige en una de las mayores amenazas para nuestro presente y futuro", dijo Don Felipe. Agregó que, entre esos dolorosos recuerdos, "ninguno tan imborrable como el espantoso atentado terrorista del pasado 11 de marzo en Madrid, que de manera tan mortífera y brutal ensangrentó la pacífica convivencia de los españoles y provocó un inmenso y conmovedor movimiento de solidaridad dentro y fuera de España".
Don Felipe tuvo una mención especial, entre la larga lista de víctimas del terrorismo en todo el mundo, para "tantos compatriotas que han sufrido o sufren sus consecuencias". El Heredero de la Corona aseguró que, para hacer frente a estas amenazas, los españoles cuentan con el "firme compromiso" de luchar con la eficacia que proporcionan los instrumentos del Estado de Derecho y con "la fortaleza de nuestras convicciones, entre ellas la protección y la defensa de los valores, bienes e ideales que nos definen como una sociedad libre y democrática".
Todo ello, agregó, "desde la solidaridad y lealtad que merecen todas las víctimas de la intolerancia y la gratitud más honda hacia quienes tienen el valor de arriesgar sus vidas para salvar las de los demás". Destacó que los españoles han construido en las últimas décadas "con inmensos sacrificios, desde el entendimiento y la generosidad", una de las sociedades "más justas, prósperas, libres y avanzadas del mundo en la defensa de los derechos humanos", unas conquistas "que nunca antes se han logrado en nuestra historia".
Al referirse a los galardonados, el Heredero de la Corona aludió al Premio de las Letras, Claudio Magris, como a un autor en el que el anhelo de esperanza "no es nunca ingenuo" y de quien es "imposible no escuchar el eco de su profundo amor a la vida, su defensa de la memoria de los millones de víctimas de los totalitarismos" o contagiarse de su "espíritu compasivo y libre".
A los distinguidos con el Premio de Investigación por liderar la lucha contra el cáncer, los investigadores Joan Massagué, Tony Hunter, Judah Folkman, Bert Vogelstein y Robert Weinberg, les reconoció su "tenacidad y dedicación" a un trabajo con el que, además, muestran "la cara más noble de la ciencia, la que se encamina a entender cada vez más y mejor la realidad y a usar ese conocimiento para aliviar el sufrimiento humano".
El Príncipe aprovechó la presencia de Massagué entre los distinguidos para reconocer que en España nunca había habido antes una generación de jóvenes científicos "tan capaz y tan bien preparada", así como para plantear la necesidad de apoyar su labor, dotándola de los medios necesarios porque, según Don Felipe, "de ello depende en gran medida nuestro futuro".
Del "inconformista y comprometido" economista estadounidense Paul Krugman, Premio de Ciencias Sociales, el Príncipe destacó su aguda denuncia de situaciones dominantes o de privilegio y su idea de una economía "que luche sobre todo contra las injusticias sociales y las desigualdades".
La fidelidad a la independencia y al humanismo fueron los valores citados por Don Felipe al referirse al Premio de Comunicación y Humanidades, el periodista francés Jean Daniel, un profesional que ha defendido con "lucidez" que no se debe confundir el periodismo de contenido y de valores con el espectáculo o lo puramente audiovisual y que "la información veraz" es lo contrario de algunos mensajes "perversos y temibles" que en ocasiones proporcionan los medios.
Para el Príncipe, pocos proyectos son tan merecedores del Premio de Cooperación Internacional como el Programa Erasmus, en el que se aúnan la cultura y juventud europeas y que refleja, como ningún otra iniciativa, "los ideales de paz, solidaridad e integración".
Don Felipe reconoció también la "fidelidad a una tradición", y al mismo tiempo, la "originalidad y heterodoxia" de los sones de la guitarra de Paco de Lucía, en quien el Premio de las Artes ha reconocido "la dimensión universal de su obra".
De la "ruta milenaria labrada por millones de peregrinos" que es el Camino de Santiago, distinguido con el premio de la Concordia, resaltó el "símbolo de fraternidad entre pueblos" que supone lo que puede considerarse como "el primer proyecto europeo común".
"En tiempos de desgarros y de insolidaridades, de egoísmo y de diferencias, el peregrino a Santiago no cree en las fronteras", dijo Don Felipe antes de indicar que "seguir atesorando este camino de diálogo y de conocimiento inagotables es un maravilloso regalo de la historia para España y para los ciudadanos de todo el mundo".
Del atleta marroquí Hicham El Guerruj, doble campeón olímpico en Atenas, Don Felipe de Borbón reconoció sus triunfos deportivos, pero también humanos, al afirmar que "nada vale el triunfo sin la generosidad".
"El terrorismo en todas sus ramificaciones, modalidades y conexiones se erige en una de las mayores amenazas para nuestro presente y futuro", dijo Don Felipe. Agregó que, entre esos dolorosos recuerdos, "ninguno tan imborrable como el espantoso atentado terrorista del pasado 11 de marzo en Madrid, que de manera tan mortífera y brutal ensangrentó la pacífica convivencia de los españoles y provocó un inmenso y conmovedor movimiento de solidaridad dentro y fuera de España".
Don Felipe tuvo una mención especial, entre la larga lista de víctimas del terrorismo en todo el mundo, para "tantos compatriotas que han sufrido o sufren sus consecuencias". El Heredero de la Corona aseguró que, para hacer frente a estas amenazas, los españoles cuentan con el "firme compromiso" de luchar con la eficacia que proporcionan los instrumentos del Estado de Derecho y con "la fortaleza de nuestras convicciones, entre ellas la protección y la defensa de los valores, bienes e ideales que nos definen como una sociedad libre y democrática".
Todo ello, agregó, "desde la solidaridad y lealtad que merecen todas las víctimas de la intolerancia y la gratitud más honda hacia quienes tienen el valor de arriesgar sus vidas para salvar las de los demás". Destacó que los españoles han construido en las últimas décadas "con inmensos sacrificios, desde el entendimiento y la generosidad", una de las sociedades "más justas, prósperas, libres y avanzadas del mundo en la defensa de los derechos humanos", unas conquistas "que nunca antes se han logrado en nuestra historia".
Al referirse a los galardonados, el Heredero de la Corona aludió al Premio de las Letras, Claudio Magris, como a un autor en el que el anhelo de esperanza "no es nunca ingenuo" y de quien es "imposible no escuchar el eco de su profundo amor a la vida, su defensa de la memoria de los millones de víctimas de los totalitarismos" o contagiarse de su "espíritu compasivo y libre".
A los distinguidos con el Premio de Investigación por liderar la lucha contra el cáncer, los investigadores Joan Massagué, Tony Hunter, Judah Folkman, Bert Vogelstein y Robert Weinberg, les reconoció su "tenacidad y dedicación" a un trabajo con el que, además, muestran "la cara más noble de la ciencia, la que se encamina a entender cada vez más y mejor la realidad y a usar ese conocimiento para aliviar el sufrimiento humano".
El Príncipe aprovechó la presencia de Massagué entre los distinguidos para reconocer que en España nunca había habido antes una generación de jóvenes científicos "tan capaz y tan bien preparada", así como para plantear la necesidad de apoyar su labor, dotándola de los medios necesarios porque, según Don Felipe, "de ello depende en gran medida nuestro futuro".
Del "inconformista y comprometido" economista estadounidense Paul Krugman, Premio de Ciencias Sociales, el Príncipe destacó su aguda denuncia de situaciones dominantes o de privilegio y su idea de una economía "que luche sobre todo contra las injusticias sociales y las desigualdades".
La fidelidad a la independencia y al humanismo fueron los valores citados por Don Felipe al referirse al Premio de Comunicación y Humanidades, el periodista francés Jean Daniel, un profesional que ha defendido con "lucidez" que no se debe confundir el periodismo de contenido y de valores con el espectáculo o lo puramente audiovisual y que "la información veraz" es lo contrario de algunos mensajes "perversos y temibles" que en ocasiones proporcionan los medios.
Para el Príncipe, pocos proyectos son tan merecedores del Premio de Cooperación Internacional como el Programa Erasmus, en el que se aúnan la cultura y juventud europeas y que refleja, como ningún otra iniciativa, "los ideales de paz, solidaridad e integración".
Don Felipe reconoció también la "fidelidad a una tradición", y al mismo tiempo, la "originalidad y heterodoxia" de los sones de la guitarra de Paco de Lucía, en quien el Premio de las Artes ha reconocido "la dimensión universal de su obra".
De la "ruta milenaria labrada por millones de peregrinos" que es el Camino de Santiago, distinguido con el premio de la Concordia, resaltó el "símbolo de fraternidad entre pueblos" que supone lo que puede considerarse como "el primer proyecto europeo común".
"En tiempos de desgarros y de insolidaridades, de egoísmo y de diferencias, el peregrino a Santiago no cree en las fronteras", dijo Don Felipe antes de indicar que "seguir atesorando este camino de diálogo y de conocimiento inagotables es un maravilloso regalo de la historia para España y para los ciudadanos de todo el mundo".
Del atleta marroquí Hicham El Guerruj, doble campeón olímpico en Atenas, Don Felipe de Borbón reconoció sus triunfos deportivos, pero también humanos, al afirmar que "nada vale el triunfo sin la generosidad".