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La Duma rusa aprueba el Protocolo de Kioto y fuerza su entrada en vigor

La Duma o cámara de diputados rusa ha aprobado la ratificación del Protocolo de Kioto con 334 votos a favor y 73 en contra, paso decisivo para la entrada en vigor de este tratado internacional mediante el que los países firmantes (entre ellos España) se comprometen a reducir las emisiones de los denominados "gases de efecto invernadero".

LD (EFE) Rusia ha superado el penúltimo obstáculo para la entrada en vigor del Protocolo de Kioto tras su ratificación por la Duma o Cámara de Diputados, controlada por el partido oficialista Rusia Unida. La Duma aprobó este tratado internacional con 334 votos a favor, 73 en contra y dos abstenciones, gracias a la unanimidad de "Rusia Unida", que domina dos tercios de los escaños en la cámara de diputados rusa, y pese a que todas las fuerzas opositoras se opusieron a su ratificación.

Tras superar este obstáculo, el protocolo aún debe ser ratificado por el Consejo de la Federación (Cámara Alta o Senado) y firmado por el presidente ruso, Vladímir Putin, quien ya ha defendido públicamente las ventajas de su aprobación. La adhesión de Rusia es decisiva para la entrada en vigor del protocolo de Kioto a nivel mundial, que prevé la reducción de emisiones de los denominados "gases con efecto invernadero".

El texto del Tratado prevé que el Protocolo de Kioto entre en vigor a nivel mundial cuando haya sido ratificado por un total de países que emitan más del 55 por ciento de los denominados "gases contaminantes", según los índices establecidos en 1990. Hasta el momento, los países que habían ratificado el Protocolo sumaban un 44,2 por ciento de esas emisiones, por lo que tras ser aprobado por Rusia (que emite un 14,4 por ciento de esos gases) el Protocolo entrará en vigor de forma automática en 90 días.
 
El tratado prevé reducir la emisión de "gases de efecto invernadero" en 5,2 por ciento respecto a los niveles de 1990 en el período de 2008 a 2012. Los países que contaminen el entorno por debajo de las normas establecidas tienen derecho a vender cuotas de emisión a aquellos que superen los topes establecidos, y Rusia, que en el pasado decenio de crisis redujo la polución en más del 25 por ciento, podría beneficiarse del nuevo negocio. Sin embargo, los adversarios de la ratificación aseguran que ya para 2012 el crecimiento industrial hará que los niveles de contaminación superen los equivalentes a 1990, lo que obligaría a Rusia a pasar al bando de compradores de cuotas.

El Protocolo de Kioto fue firmado en 1987 por más de 180 estados y, hasta marzo de 2004, un total de 121 países lo habían ratificado con el objetivo de atajar de forma paulatina las emisiones de los denominados "gases con efecto invernadero".

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