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La SER se hace eco de supuestas conversaciones entre etarras que ridiculizan a "El Mundo"

Horas después de que se conociera que el preso islamista Abdelkrim Beresmail guardaba los nombres de dos etarras –Harriet Iragi y Henri Parot–, la cadena SER sale al paso con una exclusiva basada en conversaciones entre presos etarras y de Jarrai en la cárcel de Villabona. Los protagonistas de la exclusiva de la SER –sin nombres propios– parecen tener el único objetivo de reducir al ridículo las informaciones del diario El Mundo que califican de “chistes de Gila”. En resumen, “todo es mentira”, dicen los presos etarras, según la cadena del grupo Prisa.

(Libertad Digital) La cadena SER está dando a conocer una información exclusiva que se basa en la filtración de conversaciones entre presos etarras y de Jarrai (las juventudes de ETA) dentro de la cárcel asturiana de Villabona. No hay datos de alcance sobre el 11-M. Las comunicaciones sólo se ocupan de intentar desmentir todo lo que ha publicado el diario El Mundo sobre las conexiones entre la banda y los terroristas islámicos.
 
Según la filtración de la que se hace eco la SER, los presos dicen que el diario que dirige Pedro J. Ramírez “lleva meses vendiendo por capítulos como ‘chistes de Gila’, unas conexiones que no existen”. La razón de esa perseverancia sería, según los protagonistas anónimos de la exclusiva, “justificar lo que están haciendo los del PP”.
 
Según la SER, los presos dicen de Emilio Suárez Trashorras y Antonio Toro Castro que “son unos chivatos, unos perrancas que no estaban en sus cabales”. Les consideran unos “descerebrados de calibre mayor, unos bocazas” y –añade la SER– “se preguntan cómo se le puede ocurrir a alguien ‘hacer algo con ellos’”.
 
Nada de dinamita ni contactos; “todo es mentira”
 
Aunque la SER no aclara si todo lo que se dicen los etarras en las conversaciones supuestamente intervenidas es para hablar del diario El Mundo, la exclusiva sólo se centra en ese asunto. Para referirse a la trama de los explosivos y los contactos entre etarras e islamistas –muchos de ellos ya demostrados– en la cárcel, los presos dicen: “Dan a entender que le dieron un teléfono (a Toro Castro) para llamar a la oficina de ETA, como si esto fuese un chiste de Gila”.
 
La información de la SER da paso a otra conversación de la siguiente forma: “En otra de las conversaciones siguen despreciando las informaciones que les acusan de comprar dinamita ‘como si esto fuese El Corte Inglés’, dicen, y aseguran que les da mucha rabia que se les acuse porque ni siquiera conocen a Toro Castro. Hablan de otro etarra, Juan Luis Camarero y dicen que lo tienen frito y que ahora ‘con todo el tema de los árabes, te hundes en la miseria’”.
 
Para ilustrar la teoría de que Antonio Toro buscaba compradores de dinamita en la cárcel, la exclusiva de la SER dice: “En otro diálogo, un preso de ETA le dice a otro ‘a mí me ascendió también de categoría El Mundo’. El preso de ETA le contesta que ‘el tío que vendió los explosivos estuvo aquí en la cárcel, un bocazas’, dice, al que conoce pero con el que nunca ha tenido relación. Según este preso, Toro Castro intentaba vender explosivos ‘a todo Dios diciendo voz en grito que tenía Goma-2’”.
 
En definitiva, los presos a los que alude la SER por una supuesta filtración lo tienen claro: "Todo es mentira, la guarrada es que por una historia de estas te pueden llevar a Madrid a declarar".

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