(Libertad Digital) La recuperación parcial de la memoria histórica desde la llegada del PSOE al poder tuvo su primer gran acto en el homenaje a Lluis Companys en el castillo de Montjuic. Entonces fue la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la encargada de representar al Ejecutivo al lado de Pasqual Maragall.
Este viernes 29 de octubre, a las ocho de la tarde, la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, “en nombre” del “presidente del Gobierno”, protagonizará un episodio más. La invitación, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, convoca a un acto de recuerdo y desagravio a los arquitectos depurados en su ejercicio profesional tras la guerra civil. Se cursa entre el Ministerio y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. La representación de los citados arquitectos “agraviados” después de 1939, recaerá en Carlos Hernández Pezzi, presidente del Consejo.
Se trata del tercer acto convocado de manera formal por el PSOE con el objetivo de recordar el periodo 1936-1939. Al citado homenaje a Companys, hay que añadir la propuesta del eurodiputado socialista Luis Yánez que quiere aprovechar el 18 de julio de 2006 cuando, según dijo en Estrasburgo, se "cumplirán 70 años del golpe de Estado fascista en España encabezado por el general Franco" para iniciar una “campaña contra el terror en Europa”. Citando a Preston, Yáñez dijo que hay que recordar al mundo el “genocidio español”.
Según explicaron a Libertad Digital fuentes del Ministerio de Vivienda, este nuevo acto de “desagravio” se debe a que en 1939, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España aprobó formar una “Comisión de depuración” que un año más tarde estableció las acciones que conllevarían sanciones económicas o inhabilitación de arquitectos. Según las mismas fuentes, en 1942, 83 arquitectos fueron inhabilitados de por vida en el ejercicio público de sus funciones y a otros se les sancionó económicamente.
Este acto se ha convocado como “desagravio” a estos 83 arquitectos sancionados, de los que algunos todavía viven, después de que el pasado mes de mayo el Consejo celebrara una reunión para reprobar las decisiones tomadas por este órgano en posguerra, medida apoyada por unanimidad por todos los colegios de arquitectos de España.
En el homenaje hablará el arquitecto Fernando Chueca Goitia, que según el Ministerio que dirige Trujillo y el Consejo Superor de los Colegios de Arquitectos fue uno de los afectados por la depuración. Sin embargo, aunque habrá que esperar a escuchar su intervención, en esos años Chueca Goitia fue secretario conservador del Museo de Arquitectura (1947); arquitecto del Servicio de Defensa del Patrimonio Nacional (1953); profesor de la Escuela Técnica Superior Arquitectura de Madrid (ETSAM) (1954) y del Instituto de Estudios de la Administración Local y del Instituto de Estudios Políticos (1955-56); director del Museo Nacional de Arte Contemporáneo (1958); miembro de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de importancia históricas y artísticas (1960); y Académico en la Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo (1961), en al Real Academia de Historia de Madrid (1966), en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (1973) y en la Academia de Buenas Letras de Sevilla (1974). Este mismo año fue nombrado arquitecto jefe del Servicio de Monumentos y Conjuntos de la Comisaría Nacional del Patrimonio Artístico Archivos y Museos y miembro del Consejo Asesor de Monumentos.
Chueca Goitia participó en el proyecto de la catedral de la Almudena (1950-1993) y en la ampliación del Museo del Prado (1953-1958). En 1940 –en pleno periodo de la citada depuración- recibió el primer premio de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1943 –un año después de ser sancionado o inhabilitado- fue premio extraordinario en el Concurso Nacional de Arquitectura; y en 1944, Premio Nacional de Arquitectura por el proyecto de terminación de la Almudena, por mencionar algunos de los muchos galardones que recibió este arquitecto en aquella época.