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DOCUMENTO: Texto íntegro de la denuncia

A LA COMISARIA DE POLICIA DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
 
Don Jaime Ignacio DEL BURGO TAJADURA, (DNI 15.706.630), mayor de edad, abogado de profesión, Diputado a Cortes por Navarra, vecino de Pamplona, con domicilio –que señala a efectos de notificaciones- en el Palacio del Congreso de los Diputados, Carrera de San Jerónimo s/n, de Madrid, ante la Comisaría comparece y como mejor proceda en Derecho,
 
DICE:
 
Que mediante el presente escrito, y en virtud del deber establecido en el artículo 264 de la vigente Ley de Enjuiciamiento Criminal (“El que por cualquier medio diferente de los mencionados tuviere conocimiento de la perpetración de algún delito de los que deben perseguirse de oficio, deberá denunciarlo al Ministerio fiscal, al Tribunal competente o al Juez de instrucción o municipal, o funcionario de policía, sin que se entienda obligado por esto a probar los hechos denunciados ni a formalizar querella”), presenta DENUNCIA contra quienes puedan ser los autores de los siguientes hechos delictivos que a continuación se exponen:
 
El día 3 de diciembre de 2002, a las 15,50 horas, como es público y notorio, la banda terrorista ETA perpetró un atentado mediante la colocación de un coche bomba en un aparcamiento de la ciudad de Santander. No hubo que lamentar más que daños materiales.
 
Según se ha relatado en la Comisión de Investigación sobre el 11-M por el Jefe Superior de Policía de Asturias los hechos ocurrieron de la siguiente forma:
 
“Según nos consta y según consta en la investigación que se llevó a raíz de la detención de estos dos etarras [se refiere a los detenidos el día 26 de noviembre de 2002 por la Policía], estos individuos logran con documentación falsa alojamiento en una pensión de Santander. El día 30 [de noviembre de 2001], tras recoger y ocultar el material explosivo que le había facilitado la organización, se trasladan a Oviedo, donde parece ser que pasan la noche en un céntrico parque, posiblemente el parque de San Francisco. Parece que alquilaron una habitación en una pensión; se hicieron todas las investigaciones, recorriendo todas las pensiones, pero no fue posible determinar si, puesto que utilizaban documentación falsa, se habían alojado o habían alquilado una habitación en la pensión. No se ha podido constatar. El día 1 de diciembre se trasladan en taxi a Avilés, se alojan en una pensión de Avilés con documentación falsa, pero no llegan a pernoctar. En la madrugada del 1 al 2 roban el citado coche (parece, según me comentaron los funcionarios de información, que era un sitio apropiado para robar un coche, porque era una calle sin salida, tipo bolsa, que no tenía tráfico; repito, un sitio apropiado para robar un coche). No llegan a pernoctar en Avilés el día 2, se trasladan a Santander, preparan el coche bomba. Cargan el material que tenían en el coche que habían robado, se marchan a dormir a Castro Urdiales y el día 3 se trasladan a Vitoria y desde allí hacen la llamada diciendo que iba a explosionar un coche en un garaje, haciendo explosión a las 15,50. Esto es lo que está constatado en la investigación habida con ocasión de la detención de estos dos individuos”. (Véase el Diario de Sesiones de la Comisión de Investigación sobre el 11-M, Congreso de los Diputados, número 13, VIII legislatura, sesión 25, de 15 de octubre de 2004, páginas 83 y 84).
 
El dicente, sin vulneración alguna de la normativa penitenciaria, tuvo acceso a un cuestionario de preguntas respondido libremente y con pleno respeto a sus derechos constitucionales por Rafá Zouhier, en prisión preventiva por su presunta participación en los atentados del 11-M. (Se acompaña -de documento número 1- copia del manuscrito de Rafá Zouhier). Tan pronto como el dicente tuvo conocimiento del cuestionario lo remitió al Fiscal de la Audiencia Nacional y al Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional, cuyo titular dictó, en fecha 14 de octubre de 2004, Auto ordenando la devolución del ejemplar remitido al Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional y la conservación de la copia enviada al Juzgado Central de Instrucción unida a las actuaciones (introducidas en un sobre cerrado y sellado, y custodiado por la Sra. Secretario Judicial “a fin de custodiar y no desprenderse de un elemento que en un futuro pudiera ser analizado y ponderado en términos de eficaz actuación investigadora). Este hecho obliga al dicente a desglosar aquellos puntos de las respuestas de Rafá Zouhier donde se realizan imputaciones sobre la posible comisión por terceras personas de delitos que no están siendo investigados en el marco del sumario 20/2004 del Juzgado Central número 6.
 
Rafá Zouhier denuncia la colaboración con banda armada de Antonio Toro, su hermana Carmen y Emilio Suárez Trashorras en los siguientes términos: 
 
“-¿Tuvo conocimiento por Antonio Toro de que hubiera ofrecido dinamita a ETA?
-Sí, fue en la calle más tarde. No en la cárcel acompañado otra vez más con Trashorras.
 
-¿Tuvo contactos Antonio Toro con presos en Villabona por pertenencia a ETA o a otras organizaciones vinculadas a la banda terrorista?
-Sí. Y mucho con dos jóvenes etarras en módulo 8. Antes de salir él de prisión le dieron un teléfono que se encargó de pasárselo a su cuñado por cristal [se refiere al cristal del locutorio] a través de un papel. Esto lo he visto yo. Lo que no sé si hablaron de explosivos porque cuando está con ellos hablaban a solas. A veces me he acercado a ellos y noté como cambiaban de conversación. Toro es así. Lo que habla conmigo es conmigo. Y lo que habla con los etarras es con los etarras. Es muy listo. Sólo hay que ver que está en la calle.
 
-¿Es cierto que Antonio Toro transmitió a su hermana Carmen y a Emilio Suárez Trashorras, estando en la cárcel, un número de teléfono proporcionado por algún preso de ETA? ¿Cómo lo hizo? ¿Podría recordar quién fue el preso que facilitó ese teléfono a Antonio Toro? ¿Cómo obtuvo esta información?
-Sí, a través de comunicaciones en un papel. No sé ahora de quién puede ser. Pero para saberlo hay que mirar en los cuatro meses que estuvo Toro en prisión, cuántos etarras estaban en el módulo 8 a finales de 2001. Yo relacioné esto cuando vía a Toro hablar con ellos. Mi observación no falla”.
 
Que en otra respuesta Rafá Zouhier se refiere al negocio de tráfico de coches, presuntamente robados, realizado por el confidente del Cuerpo Nacional de Policía, Emilio Suárez Trashorras, acusado de vender a los terroristas del 11-M los explosivos utilizados en la perpetración de la masacre, y dice:
 
“-Los asturianos tenían una especie de taller que desconozco para hacer zulos en los coches para esconder droga o explosivos y más cosas”.
 
Que el abogado del M. I. Colegio de Madrid, Don Carlos Alberto Tejeda, en declaraciones efectuadas a diversos medios de comunicación, informó que un cliente suyo, apodado “el Nayo”, confidente de la Guardia Civil, que había coincidido en la cárcel de Villabona con Antonio Toro, le había informado que éste poseía un cargamento de dinamita, escondida en un zulo, con destino a ETA, hecho que por su gravedad puso en conocimiento del Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Asturias (se acompaña –de documento número 2- copia de tales informaciones).
 
Que si los hechos relatados por Rafá Zouhier y denunciados a la Fiscalía de Asturias por “el Nayo” a través del abogado Don Carlos Alberto Tejeda fueran ciertos sería más que verosímil que el robo perpetrado por los etarras del vehículo utilizado para cometer el atentado de Santander en las inmediaciones del domicilio y garaje propiedad de Emilio Suárez Trashorras podría no ser fruto de la casualidad sino de una acción concertada de los asturianos Toro y Suárez Trashorras con la banda terrorista ETA. El hecho de que los terroristas, cargados de explosivos, tomaran un taxi desde Oviedo para ir a Avilés con el fin de robar un coche y que acabaran, casualmente, en la Travesía de la Vidriera, y la circunstancia de que Suárez Trashorras traficara con coches robados (según consta en el auto dictado por el titular del Juzgado Central número 6, de fecha 19 de julio de 2004, al levantar parcialmente el secreto del sumario), junto a la denuncia de Rafá Zouhier de que aquél tenía un taller donde manipulaban los vehículos, entre otras cosas para construir en ellos zulos con el fin de esconder la droga o los explosivos, refuerza la idea de la posible conexión entre Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras con la banda terrorista ETA al menos para la comisión del atentado de Santander.
 
Que también consta en los informes policiales obrantes en poder de la Comisión de Investigación del 11-M que el día 28 de febrero de 2004 una furgoneta bomba de la banda terrorista ETA entraba en España por la frontera de Hendaya con destino a Madrid, siendo interceptada por la Guardia Civil en la localidad de Cañaveras (Cuenca) el día 29 de febrero y que en la misma fecha y casi a la misma hora salió de Avilés una caravana, dirigida por el terrorista al que se conoce con el apodo de “el Chino”, con los explosivos utilizados en los atentados del 11-M y que lograron llegar a Madrid, pese a que el terrorista fuera hasta tres veces multado por la Guardia Civil.
 
Que, aunque los hechos anteriormente descritos pudieran ser fruto de una siniestra casualidad, los últimos descubrimientos llevados a cabo en virtud de la operación policial dirigida por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional contra el terrorismo islamista ponen de manifiesto que el cabecilla de la célula terrorista desarticulada, Abdelkrim Benesmail (que coincidió en la cárcel de Villabona con Antonio Toro cuando éste comenzó a buscar compradores para los 150 kilos de dinamita que decía tener en su poder), había mantenido relaciones con varios de los terroristas del 11-M, como “El Egipcio”, “el Tunecino”, Allekema Lamari y Jamal Zougam. En consecuencia, si se confirmara que el atentado de Santander hubiera contado con la colaboración de la denominada “trama asturiana” del 11-M, podría haber existido una conexión a través de los asturianos entre la banda terrorista y los terroristas islamistas.
 
Que en las respuestas de Rafá Zouhier se contienen revelaciones sobre otros hechos, presuntamente delictivos, como podría ser la venta ilegal de las armas encontradas a los terroristas del 11-M en el piso de Leganés.
 
Que Emilio Suárez Trashorras, en prisión provisional, y Antonio Toro Castro y su hermana Carmen, en libertad provisional, están imputados todos ellos en el sumario 20/2004 que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 6, contra los autores de los atentados del pasado 11 de marzo de 2004 en Madrid.
 
Por todo lo expuesto, a la Comisaría de Policía del Congreso de los Diputados,
 
SUPLICA: Tenga por formulada la presente denuncia y, en su consecuencia, la remita al órgano jurisdiccional que corresponda a fin de que pueda adoptar las determinaciones a que se refiere el artículo 269 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para la comprobación de los hechos denunciados.
 
Por ser de justicia que pido en el Palacio del Congreso de los Diputados, a veintisiete de octubre de dos mil cuatro.

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