(Libertad Digital) La revista socialista El Siglo dedica su portada a “El error Trujillo”. Según dice en su información, “Maria Antonia Trujillo ha conseguido ya adjudicarse dos récords dentro del Gobierno: ha sido la primera ministra de la que el PP ha pedido la dimisión y, también, la primera a la que su ‘número dos’ le ha dimitido”. La dura crítica de la revista viene a sumarse a las distintas informaciones y críticas que desde el diario El País se han lanzado contra Trujillo –llegada al ministerio por la exigencia de paridad– . El camino emprendido por las dos cabeceras cercanas al Gobierno parece abonar el terreno para la primera crisis del Gobierno Zapatero en un ministerio llamado a ser símbolo de sus políticas y que nunca debería haber pasado de dirección general.
Hasta donde se sabe por las distintas informaciones aparecidas en los últimos quince días, Trujillo presentó su dimisión el pasado 15 de octubre y Zapatero la despachó con un "ahora no toca crisis de Gobierno". Según publicó ABC el fin de semana del 23 de octubre, Zapatero estudia suprimir el departamento o redefinir sus funciones.
Del apagón estadístico al editorial de El País
Lo cierto es que el pasado 20 de octubre, el grupo parlamentario del PP solicitó la dimisión de María Antonia Trujillo, por entender que es responsable de la "falta clara y evidente" de una política de vivienda para España. Unos días antes, el gabinete de Moncloa se vio forzado a frenar el pretendido “apagón estadístico” anunciado por Trujillo el miércoles 13 de octubre. Esta cuestión causó “un profundo malestar” entre sus colegas del Gobierno, según publicó en su edición del sábado 16 de octubre el diario El País. Según contaba esa información, las discrepancias con Trujillo se hicieron evidentes durante la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, el jueves pasado, cuando el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, mostró abiertamente su oposición a la decisión de la ministra.
No tardó el diario El País en editorializar sobre el tema el día 19 de octubre con un título descriptivo: “El ministerio de los líos”, en donde criticaba abiertamente la deriva del ministerio. Una de las razones que aducía el editorial para reflejar el fracaso del ministerio era "la falta de pulso político de María Antonia Trujillo para pilotar los vaivenes del departamento" así como que el "ministerio ha revelado sus debilidades políticas: todas las competencias está en manos de las comunidades autónomas". De esto último, decía el editorial, "mal puede responsabilizarse a la ministra, pero sí del aparente fracaso en coordinar un plan pactado con las comunidaees autónomas y, por supuesto, de la extrema confusión de los mensajes que transmite"
La salida de Mauleón y la "inexperiencia" de la ministra
En la misma senda que El País, la información de El Siglo dice que la ministra "está demostrando no tener ni la experiencia de gestión ni la cintura política que se le suponía y por la que había apostado su mentor, Juan Carlos Rodríguez Ibarra”. Al parecer, y según esta información, “los socialistas extremeños, de momento, la arropan y en Moncloa no quieren ni oír hablar de crisis”. Este semanal pone motivo y fecha de inflexión a la crisis. Se trata de la salida de Javier Mauleón, número dos del ministerio cuando se completara el organigrama y subsecretario del departamento. El motivo real de su dimisión fue la “exasperante dificultad de Trujillo para tomar decisiones” a pesar de que la versión extraoficial adujera una incompatibilidad de carácteres con Mauleón como causa de la crisis.
Sobre el fuerte “carácter” de la ministra y su experiencia vital profundizaba más el semanario Época en su edición de este viernes, que contaba como "la ministra de Vivienda, sufrió en sus carnes la violencia doméstica. Su marido no pudo soportar su infidelidad y la amenazó de muerte a la vez que intentó agredirla tanto a ella como a su compañero". El asunto llegó a tal extremo que la Polcía detuvo al que entonces era su marido con un hacha y un cuchillo en la mano cuando intentaba entrar en la vivienda donde se encontraban Trujillo y su la persona con la que mantenía relaciones. La historia que revela el semanario Época se remonta a su trayectoria en Extremadura, donde se doctoró en Derecho y llegó a ser presidenta de la Junta de Personal Docente e Investigador antes de comenzar su actividad pública. Trujillo llegó a la Junta en el año 2000 tras pasar por el Consejo Económico y Social de la Junta y se dedicó a un área jurídico administrativa dentro de su responsabilidad al frente de la cartera de Presidencia, con menos importancia que en otras consejerías.
Ministra de cuota y ministerio cuestionado
Volviendo a la información de El Siglo, el semanario socialista cuestiona la viabilidad del ministerio: “un departamento de nueva creación, sin equipo ni infraestructura, con escasas competencias y necesitado de la negociación con las diferentes autonomías para su propia marcha no es un campo de juego apto para cualquier recién llegado”. La pregunta que surge es si no conocía Zapatero estas dificultades y la inexperiencia de la ministra Trujilloa ntes de su nombramiento. Según El Siglo, ni siquiera la vicepresidenta De la Vega, más allá de algún apretón de manos en actos protocolarios, conocían a la actual ministra.
Al parecer, el origen de su nombramiento se encuentra en el mitin de campaña en el que Rodríguez Zapatero invitó al presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra a formar parte de su Gobierno. La negativa de Ibarra, según esta información, llevaba implícita una condición: “No seré yo, pero habrá un ministro extremeño en tu primer Gobierno”. La intención de llevar la paridad al Gobierno y de dar carteras de peso a mujeres hicieron el resto para que se descartara a Guillermo Fernández Vara, consejero de Sanidad de la Junta, como ministro de Sanidad y Consumo. La segunda opción fue la de Javier Corominas, “padre de la política de Vivienda de la Junta... y hombre de confianza de Ibarra”. Pero el empeño de Zapatero en la paridad hizo que “tocara mujer”. Y el puesto recayó en María Antonia Trujillo, responsable de la consejería de Vivienda de la Junta tan sólo desde junio de 2003, nueve meses antes de las elecciones.