L D (EFE) Los indicadores turísticos reflejaron unos resultados "bastante negativos" durante el segundo trimestre, según la institución bancaria, que aunque se han suavizado durante los meses de verano no son atribuibles sólo a factores coyunturales, como los atentados del 11-M o los eventos deportivos de Portugal.
El Banco de España señala que en los "pobres" resultados turísticos han influido otros factores de índole "estructural", tales como la progresiva pérdida de competitividad frente a los países del Mediterráneo oriental que compiten con España en el segmento de sol y playa. En el tercer trimestre, los indicadores de alojamientos y pernoctaciones hoteleras, moderaron su tono de "debilidad", aunque en el acumulado de los nueve primeros meses del año reflejan un comportamiento "bastante negativo".
De enero a septiembre, los viajeros extranjeros alojados en hoteles se incrementaron un 0,9 por ciento y las pernoctaciones descendieron un 2,4 por ciento, lo que pone de manifiesto una caída en la estancia media de los turistas, así como una reducción de su gasto medio. Los turistas que entraron por las fronteras españoles aumentaron un 1,4 por ciento en los meses de verano, y en el acumulado hasta septiembre se situó en el 1,9 por ciento.
Subraya la desaceleración del turismo británico, principal mercado para España, así como la atonía del mercado alemán en los últimos años y el descenso del turismo francés. Para los próximos trimestres, la esperada recuperación de los principales países europeos podría verse contrarrestado por el encarecimiento derivado de la fuerte escalada de los precios del crudo y la evolución "adversa" de la competitividad-precio.
El Banco de España señala que en los "pobres" resultados turísticos han influido otros factores de índole "estructural", tales como la progresiva pérdida de competitividad frente a los países del Mediterráneo oriental que compiten con España en el segmento de sol y playa. En el tercer trimestre, los indicadores de alojamientos y pernoctaciones hoteleras, moderaron su tono de "debilidad", aunque en el acumulado de los nueve primeros meses del año reflejan un comportamiento "bastante negativo".
De enero a septiembre, los viajeros extranjeros alojados en hoteles se incrementaron un 0,9 por ciento y las pernoctaciones descendieron un 2,4 por ciento, lo que pone de manifiesto una caída en la estancia media de los turistas, así como una reducción de su gasto medio. Los turistas que entraron por las fronteras españoles aumentaron un 1,4 por ciento en los meses de verano, y en el acumulado hasta septiembre se situó en el 1,9 por ciento.
Subraya la desaceleración del turismo británico, principal mercado para España, así como la atonía del mercado alemán en los últimos años y el descenso del turismo francés. Para los próximos trimestres, la esperada recuperación de los principales países europeos podría verse contrarrestado por el encarecimiento derivado de la fuerte escalada de los precios del crudo y la evolución "adversa" de la competitividad-precio.