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Oswaldo Payá califica de "logro moral de la UE" la Posición Común sobre Cuba

El premio Sajarov 2002 de la Eurocámara reclama a los Veinticinco que mantengan la Posición Común (PCE) sobre Cuba si quieren "ser consecuentes con los valores que proclaman en su propio continente". Dice entender que "algunos gobiernos, diplomáticos y partidos puedan abandonar esta posición ética por razón de sus intereses"; pero "lo que no puede decir nadie –añade–, sin insultar nuestra inteligencia, es que abandonar esta posición y liquidar estos gestos o símbolos son en interés de Cuba y de los cambios pacíficos".

L D (Agencias) El disidente cubano hace estas demandas y afirmaciones en una carta fechada el 11 de noviembre y dirigida al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; al alto representante para la Política Exterior de la UE, Javier Solana, y al presidente de la Eurocámara, Josep Borrell. Carlos Payá, hermano de Oswaldo, entregará la misiva este viernes al director de la oficina de la Cámara europea en Madrid.
 
El próximo día 16 se reunirá el Grupo América Latina de la UE para abordar, precisamente, la posible modificación de las sanciones impuestas por los países miembros de la Unión a la dictadura castrista en 2003, luego de que fueran condenados a prisión 75 demócratas cubanos.
 
Payá, junto con Václav Havel, líder de la "En estas semanas, algunos Gobiernos europeos están cuestionando la efectividad de las medidas que adoptaron en posición de consenso después de los encarcelamientos de nuestros hermanos en marzo del 2003 –dice Payá al comienzo de la carta–. Creemos que hablar de efectividad es culpar a los europeos, artificialmente, de la responsabilidad por las violaciones a los derechos que sufren los cubanos y por los nulos progresos, en ese sentido, del Gobierno cubano. Estas medidas, como hemos dicho, tienen gran valor moral".
 
Más adelante el premio Sajarov de la Eurocámara subraya que la UE se ha centrado en apoyar al "pueblo cubano y sus derechos fundamentales", y añade que si algunos "gobiernos, diplomáticos y partidos" se sienten "incómodos" ante las "presiones" de Castro, tendrán que admitir que actúan por sus propios "intereses" y que están dispuestos a abandonar su "posición ética". "Pero lo que no puede decir nadie, sin insultar nuestra inteligencia, es que abandonar esta posición y liquidar estos gestos o símbolos son en interés de Cuba y de los cambios pacíficos", afirma.
 
"Si algunos intereses y compromisos están por encima de la actuación solidaria con el pueblo de Cuba, que no se le dé otra explicación, ya que sólo alentarán a la intolerancia que sufre el pueblo de Cuba", advierte Payá.
 
La Posición Común es un "logro moral" de la UE
 
El líder del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del Proyecto Varela sale en su escrito en defensa de la actual política que siguen los Veinticinco en sus relaciones con el régimen comunista de La Habana: "La Posición Común Europea sobre Cuba, que se ha mantenido desde que fue acordada, es un logro moral de la Unión Europea y constituye una verdadera expresión de respeto hacia la autodeterminación de los cubanos y un apoyo al pueblo de Cuba en sus aspiraciones de lograr el respeto a los Derechos Humanos y la apertura democrática, pacíficamente".
 
"Esta posición Común no agrede ni aísla a Cuba, sino, por el contrario, abre las puertas a una relación de cooperación y amistad que no puede realizarse debido a la violación de los Derechos Humanos y la exclusión que sufren los cubanos en su propio país", agrega.
 
Incluso pide a los miembros de la Unión que se reafirmen en su postura, si Roca (iz.), líder del Partido Socialdemócrata Cubano, también respalda la PCEes que quieren "ser consecuentes con los valores que proclaman en su propio continente", ya que la dictadura castrista "no ha demostrado voluntad alguna para mejorar la situación de los Derechos Humanos y, por el contrario, ha encarcelado arbitrariamente a decenas de defensores de estos derechos".
 
Reitera que los disidentes no han pedido ser excluidos de las recepciones en las embajadas
 
Payá recuerda además que los demócratas cubanos no han pedido que se les deje de invitar a las recepciones que los Veinticinco brindan en sus embajadas en La Habana con motivo de sus respectivas fiestas nacionales. "Al contrario de la postura oficial cubana, respetamos la libertad de decisión de cada país de invitarnos o no. Sería un error aceptar las presiones del Gobierno cubano para que la Unión Europea nos excluya de esas invitaciones sólo porque el mismo Gobierno cubano nos excluye y nos niega nuestro lugar en la sociedad de nuestro país", escribe.
 
Cabe recordar que el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo recientemente que fueron los propios disidentes quienes solicitaron no ser invitados a los referidos actos.
 
Asimismo, demanda a la comunidad internacional que exija, en primer lugar y antes de conversar con el dictador Castro, la liberación de todos los presos políticos cubanos. "Este diálogo sobre Cuba implica un diálogo con toda Cuba; es decir, con todos los sectores de la sociedad cubana. Volvemos a recordar que ya dentro de nuestro país está en marcha el proceso de Diálogo Nacional (impulsado por un sector de la disidencia) que no excluye a ningún cubano. A este diálogo también está invitado el Gobierno y todos los que están relacionados con éste. Sabemos que la mayoría de los cubanos quieren cambios pacíficos hacia la democracia, y que tienen muchas interrogantes sobre la transición", concluye.

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