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Mueren acuchillados dos menores gitanos y su bebé en Madrid

Una pareja de etnia gitana, compuesta por dos menores de 17 años, y su bebé fueron hallados muertos a cuchilladas en la madrugada de este viernes por una dotación de la Policía Nacional en el interior de un vivienda, situada en el número 33 de la calle de Sánchez Preciado de Madrid. La Policía baraja las hipótesis del ajuste de cuentas y del robo.

Una pareja de etnia gitana, compuesta por dos menores de 17 años, y su bebé fueron hallados muertos a cuchilladas en la madrugada de este viernes por una dotación de la Policía Nacional en el interior de un vivienda, situada en el número 33 de la calle de Sánchez Preciado de Madrid. La Policía baraja las hipótesis del ajuste de cuentas y del robo.
L D (EFE) La Sala del 091 de la Policía Nacional recibió entorno a las tres y media de la madrugada una llamada que comunicó que en una casa baja situada en el citado número había escuchado gritos y que pudiera haber víctimas. Los primeros agentes que llegaron al lugar comprobaron que en el patio exterior se encontraba el cadáver de un menor de 17 años con dos heridas de arma blanca una de ellas al altura del corazón y otra en el lado izquierdo del tronco, informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

En una habitación junto a la cama también fue hallado el cadáver de la menor de la misma edad que presentaba seis puñaladas, cinco en la espalda y una en la pierna derecha, y en otra cama un bebé muerto con dos heridas de arma blanca en el tórax. El piso estaba desordenado, se encontró dinero entre los efectos personales de las víctimas y la Policía estima que no se puede descartar los móviles del robo ni el de ajuste de cuentas. Según fuentes de la investigación, el menor de 17 años asesinado estaba supuestamente implicado en un homicidio cometido el año pasado.

Por su parte, los familiares de las víctimas aseguraron a la entrada del Instituto Anatómico Forense que "este crimen no va a quedar así, porque una muerte se paga con otra". Un tío de la pareja, Valentín Flores, explicó que la casa se encontraba revuelta y faltaba el teléfono móvil del chico y recordó que la pareja vivía en esa casa desde hacía unos dos años. Según dijo, la vivienda era propiedad de la familia, que también había regalado a los chicos cuando se casaron una furgoneta con la que se dedicaban a la venta de fruta.

El joven apuñalado solía acompañar a su padre algunas noches en la vigilancia de cuatro obras del barrio de Tetuán, pero anoche, dijo este familiar, el chico no fue a trabajar, y el padre, que sí lo hizo, se encontró a su vuelta -sobre las cuatro de la mañana- el revuelo en el barrio. Según agregó, los vecinos oyeron gritos pidiendo auxilio y vieron un coche pequeño y blanco "huyendo a toda prisa" de la zona.

Los familiares aseguran que eran dos chicos "normales" que "no se metían en líos" y descartaron la posibilidad de un ajuste de cuentas. Además, explicó que achacan el crimen al robo, ya que el joven podría haber tenido en su casa el dinero procedente de la venta de fruta, y -explicó- señalan a "unos rumanos y sudamericanos", vecinos de las víctimas, como posibles responsables del suceso, "por dinero".

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