(Libertad Digital) Lo publica este sábado El Comercio Digital. Según esta información, los superiores del agente Campillo, que grabó la cinta difundida ahora, se reunieron en 2001con "Lavandero" y en esa conversación, que también habría sido grabada y que estaría ahora en paradero desconocido, el confidente volvió a repetir lo que ya había contado sobre Toro y Trashorras: que estaban buscando a alguien que montara "bombas en móviles".
El diario añade que la primera grabación llegó este viernes, con carácter de urgencia, a la Audiencia Nacional y que no se descarta que en los próximos días el juez instructor, Juan del Olmo, llame a declarar al confidente y al guardia civil Campillo. Añade que el agente de la Benemérita no transcribió la grabación de su conversación con "Lavandero" porque "ningún mando lo solicitó formalmente" y que se limitó a acompañar la cinta con una reseña de pocas líneas.
Silencio sobre la investigación de la Guardia Civil
La investigación ordenada por la Dirección General de la Guardia Civil tras conocerse que el confidente "Lavandero" informó a uno de sus agentes del Servicio de Información de la comandancia de Gijón de las intenciones de Toro y Trashorras comenzó con el interrogatorio a David Robles Ramos, el número que decidió entregar la cinta a sus superiores. Nada ha trascendido del interrogatorio, en el que estuvo presente el teniente coronel José Antonio Rodríguez Bolinaga, considerado como uno de los responsables del recorrido de la cinta.
El abogado de la Unión Profesional de la Guardia Civil ya ha criticado que la Dirección General del Instituto Armado haya filtrado el nombre del agente Robles, y recordó que "hasta a los delincuentes se les protege facilitando sólo sus iniciales".