L D (Agencias) El cuerpo sin vida de José Iván G.M. fue hallado a las 7.55 horas de este martes por un funcionario que estaba haciendo el habitual recuento matutino de los presos. Al parecer, el joven, de 27 años, había utilizado dos cordones de unos zapatos o de unos slips y se ahorcó con ellos. En el momento del hallazgo, J.I.G.M., que tenía las piernas flexionadas y había amarrado los cordones a la altura de la cerradura de la puerta de la celda, llevaba muerto una hora y media aproximadamente, aunque este extremo será confirmado en la autopsia.
Desde el centro penitenciario indicaron que nada hacía pensar que el joven fuera a cometer este hecho, ya que aunque durante el atraco manifestó que "prefería morir antes que volver a la cárcel", al llegar a la prisión alicantina fue atendido por un psiquiatra y un equipo de psicólogos y trabajadores sociales, ante los que no había mostrado intenciones de suicidarse. En este sentido, las mismas fuentes indicaron que "nada parecía indicar" que J.I.G.M. iba a tomar esta decisión, porque de lo contrario "se hubiera activado un protocolo de prevención del suicidio". De hecho, el joven hacía "vida normal" en el centro penitenciario y "participaba en las actividades" de la prisión, donde había mantenido una "actitud normal", desde que fuera ingresado el pasado 20 de abril de 2004.
En las últimas horas, el atracador pidió a la Policía una moto con la que intentó huir, aunque apenas un minuto después fue interceptado por una patrulla de la Policía, cayó al suelo y fue inmovilizado y detenido. Tras su arresto, fue trasladado al Hospital General de Alicante, donde fue ingresado con pronóstico grave debido a la multitud de lesiones que presentaba a causa de la caída. De hecho, en los primeros días de su internamiento en Foncalent estuvo en la enfermería del centro penitenciario, aunque después se integró con el resto de la población reclusa "con normalidad".