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Búrdalo ve "conducta negligente" en los agentes relacionados con las cintas y duda de Robles

El coronel Luis Antonio Búrdalo de Fuentes, que asumió la Jefatura de la Guardia Civil de Asturias el 28 de septiembre de este año, declaró ante la comisión parlamentaria del 11-M que ve "alguna conducta poco ortodoxa e incluso negligente" en las actuaciones desarrolladas por los guardias que tuvieron relación con la cinta grabada en agosto de 2001 por el agente Jesús Campillo al confidente Francisco Javier Villazón Lavandera, "Lavandero".  Búrdalo también puso en duda que el agente David Robles tuviera la cinta desde 2003 y no la hubiera escuchado.

L D (Agencias) El sustituto en Asturias del general Pedro Laguna comenzó su intervención explicando que había realizado dos informaciones reservadas, paso previo a la incoación de un procedimiento sancionador, tomando declaración primero a nueve guardias civiles y luego a ocho, para averiguar la verosimilitud de las informaciones publicadas por "El Mundo" y "El Comercio de Gijón" este mismo mes. Según Europa Press, tras ellas, su conclusión es que no hubo "intencionalidad de ocultar pruebas a la autoridad judicial", pero sí "se han ocultado". "Veo más alguna conducta poco ortodoxa e incluso negligente, en cuanto a las normas internas de información reservada" para la transmisión "de hechos de relevancia jurídica a la autoridad competente", agregó.
 
En cuanto al relato del agente David Robles de que había encontrado la cinta en 2003 pero que no la había escuchado hasta este mes de octubre, Búrdado dijo: “me cuesta trabajo creer que tuviera la cinta desde 2003 y que no la hubiera escuchado hasta el 15 de octubre de 2004”, para añadir que los agentes no están obligados a decir la verdad en una investigación reservada porque no están obligados a declarar contra sí mismos y se les advierte que podrían derivarse responsabilidades de lo declarado. Tampoco se les permite tener asistencia letrada durante las declaraciones.
 
Búrdalo confirmó la existencia de dos cintas, una la encontrada por Robles y otra copia que se encontró en el cajón de la mesa del capitán ayudante de la comandancia, que controlaba el servicio de información y que llevaba escrito en una de sus caras “Campillo news”. Esta cinta se encontró el día 11 “del presente”, aunque no fue escuchada hasta el día 13, cuando se comprobó que el contenido era el mismo que el de la primera pero de mejor audición.
 
Interrogatorio a Campillo
 
En cuanto al agente Campillo, el responsable de la Guardia Civil de Asturias afirmó que fue el primer interrogado de los nueve agentes citados y al principio negó haber sido él quien realizó el informe operativo que hizo a partir de la cinta grabada al confidente. El documento no estaba firmado más que por un sello del Servicio de Información. Luego Campillo justificó su actitud en que entendía que se le preguntaba por una trascripción del contenido de la grabación y no por el informe, ya que él no había transcrito nada. Búrdalo explicó que la transcripción constaba de ocho páginas, mientras que el informe sólo de tres, por lo que parecía un resumen donde ya no se incluyó ninguna referencia a la fabricación de artefactos explosivos con teléfonos móviles.
 
El responsable del Instituto Armado informó de que la segunda información reservada se abrió a raíz de una noticia de "El Comercio de Gijón" para averiguar si se había celebrado una entrevista posterior a la grabación de la cinta entre suboficiales y un guardia, cuyo contenido también fue grabado. "No fuimos capaces de encontrarla y les puedo asegurar que en Gijón se revolvió todo", explicó Búrdalo. En esta segunda ocasión, donde se citó a ocho guardias, Campillo se negó a declarar voluntariamente, limitándose a firmar su comparecencia. Desconoce por qué lo hizo, pero el coronel Búrdalo insinuó que "en esa segunda vuelta" ya no es tan fácil "engañar" al instructor, si es que antes lo había hecho.

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