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IGNORA LAS QUEJAS DE LOS AGENTES

La mujer de Zapatero vuelve a bucear en la Academia de la Guardia Civil de Valdemoro

Pese a la polémica que se generó hace algunas semanas por la presencia de la mujer del presidente del Gobierno en piscinas de la Guardia Civil para seguir cursos de buceo y durante los cuales se desalojaba el lugar, parece ser que Sonsoles Espinosa no está dispuesta a renunciar a sus actividades subacuáticas. Según revela el semanario Época, Espinosa utilizó de nuevo la piscina cubierta de la Academia de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid) el pasado sábado 13 de noviembre, pese a que la zona está en obras.

(Libertad Digital) Tras la comunicación de la Asociación Independiente de la Guardia Civil (ASIGC) en la que denunciaba en un comunicado que varios miembros del Instituto armado se habían quejado ante sus superiores por verse obligados, junto a sus familiares, a desalojar la piscina climatizada de la Academia de Valdemoro cada vez que Sonsoles Espinosa, mujer del presidente del Gobierno, acude allí para recibir clases de buceo, Zapatero lamentó haber causado molestias por la situación.
 
En aquella ocasión, Rodríguez Zapatero justificó el uso de la piscina y dijo que "en todo momento hemos seguido indicaciones de seguridad, siempre con el objetivo de no molestar a nadie. Si ha habido molestias, lo único que puedo hacer es lamentarlo". Sin embargo, esa respuesta no parece haber tenido ningún efecto para la mujer del presidente ya que el 13 de noviembre decidió seguir su curso privado de submarinismo.
 
Según Época, quienes imparten el curso son miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil compuesto de cuatro o cinco hombres al mando de un sargento. Según la revista, la mujer de José Luis Rodríguez Zapatero llegó a las seis de la tarde a Valdemoro, entró por la puerta del recinto que comunica directamente con la localidad y le prestaron el equipo completo de buceo –desde el traje de neopreno hasta las botellas de oxígeno, así como el chaleco hidrostático, las gafas, lastres, tubo y aletas– para terminar su clase privada y gratuita dos horas después. Además, se revela que mientras Sonsoles Espinoza permaneció en el lugar, no sólo se desalojó la piscina cubierta sino también todas las instalaciones anexas a ella.
 
La ASIGC también dijo en su momento que el recinto de Valdemoro había sido construido y mantenido con el dinero de los socios de los patronatos de los Colegios de Huérfanos, por lo que en realidad no pertenece a la Guardia Civil sino a los miembros que pagan sus cuotas mensual o anualmente. Además, negó que se desaloje el recinto por "motivos de seguridad" ya que al estar dentro de la Academia de Formación, tiene medidas de seguridad avanzadas con cámaras de vigilancia y patrullas que circulan por sus inmediaciones.
 

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