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El auge de las conexiones a Internet de alta velocidad en EEUU no reduce la brecha digital

El número de conexiones a Internet de alta velocidad se ha duplicado en EEUU en los dos últimos años, un incremento que a juicio de un reciente informe del Departamento de Comercio es insuficiente, ya que deja atrás a las minorías y a los residentes en zonas rurales.

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L D (EFE) El estudio, que estaba listo en septiembre pero que no se ha difundido hasta esta semana, muestra que queda mucho por hacer para que se cumplan los objetivos del presidente George W. Bush para ampliar el acceso universal a Internet. El recién reelegido presidente prometió a lo largo de su campaña electoral que todos los estadounidenses tendrían acceso a la Red de alta velocidad a precios razonables para el año 2007, un plan que parece demasiado ambicioso a la vista del informe del Departamento de Comercio.
 
Titulado "Una nación conectada: la entrada a la edad de la banda ancha", el estudio indica que en octubre de 2003 la Internet de alta velocidad había llegado al 20 por ciento de los hogares del país, el doble que dos años antes. Pero las cifras indican también que Estados Unidos continúa a la zaga de países como Corea del Sur, Taiwán o Canadá, donde los accesos de alta velocidad –fundamental para proporcionar servicios de entretenimiento o comercio electrónico–, es la norma.
 
Conexiones convencionales
 
En EEUU, el 62,8 por ciento de los usuarios accede a Internet con un módem convencional, es decir a través de la línea telefónica, señala el informe, que ha tomado como referencia el censo oficial estadounidense. Pero lo más problemático es que minorías como los hispanos, afroamericanos y residentes en zonas rurales tienen dificultades para acceder a la banda ancha, lo que aumenta la brecha tecnológica entre los servicios disponibles para los consumidores con mayor poder adquisitivo y los de medios más modestos.
 
En concreto, el estudio indica que sólo uno de cada ocho hispanos y uno de cada siete de raza negra dispone de acceso a alta velocidad en su casa. En los hogares de población blanca, esta cifra es considerablemente mayor, ya que uno de cada cuatro dispone de esta herramienta.
 
Estos datos coinciden con los de la Fundación Henry J. Kaiser para la Familia, con sede en Silicon Valley, que en un estudio reciente encontró que los factores económicos impiden que las minorías estén al mismo nivel que los blancos en lo que se refiere al uso de nuevas tecnologías. Los datos de la fundación –que no tienen en cuenta el tipo de conexión–– indican que mientras que el 80 por ciento de los niños y jóvenes blancos de entre 8 y 18 años tiene Internet en casa, el porcentaje es del 67 por ciento para los hispanos y del 61 por ciento para los negros. En las áreas urbanas, la banda ancha está presente en el 40,4 por ciento de los hogares, mientras que en las zonas rurales la cifra cae hasta un 24,7 por ciento, según la fundación.
 
La principal razón dada por aquellos que no usan Internet de alta velocidad en sus hogares es que no están interesados (44,1 por ciento), mientras que el 38,9 por ciento dijo que el servicio es demasiado caro y el 9,8 por ciento que no estaba disponible en su zona.
 
A la zaga de los competidores
 
La industria recibió con críticas el informe oficial que confirma sus peores sospechas. "No estamos a la altura de nuestros competidores. Ni siquiera podemos mantener el ritmo de países a los que no consideramos competidores", dijo Harris Miller, director de la Asociación de Tecnologías de la Información de EEUU.
 
Mientras tanto, otros señalaron que estos son datos que ya han quedado desfasados, y apuntaron a un estudio de Nielsen/NetRatings que mostraba que la banda ancha ya había alcanzado al 50 por ciento de los hogares este verano. Para Gregory L. Rhode, consejero de telecomunicaciones en la administración del ex presidente demócrata Bill Clinton, el informe muestra que todavía "tenemos una división significativa entre zonas rurales y urbanas en la infraestructura del siglo XXI".
 
Aunque las conexiones de banda ancha son más caras que las de módem, las primeras permiten la transmisión de datos a una velocidad entre cuatro a cien veces mayor, lo que supone el intercambio rápido de ficheros de vídeo o audio.
 

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