LD (EFE) El euro ha vuelto a batir su récord de cotización frente al dólar, pese a las buenas cifras de la economía estadounidense divulgadas este martes, que revelaron un crecimiento anual del 3,9 por ciento en el trimestre de julio a septiembre, superior al de Europa.
El incremento del Producto Interior Bruto (PIB) de los doce países del euro en este periodo fue mucho más modesto y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, lo situó, este martes, en un 0,3 por ciento respecto al trimestre anterior. Además, en una intervención ante el comité monetario del Parlamento Europeo, el jefe de la autoridad monetaria europea rebajó sus previsiones de crecimiento económico para 2005 hasta el 2 por ciento, frente al 2,3 por ciento previsto anteriormente.
Los operadores de divisas hicieron caso omiso a estos datos poco halagüeños y al estancamiento de la confianza empresarial en el área en noviembre, por tercer mes consecutivo, debido a la preocupación ante la posibilidad de que un euro fuerte dañe las exportaciones. Las ganancias del euro fueron atribuidas, en parte, al comentario de Trichet sobre la necesidad de que EEUU fomente el ahorro, un argumento que fue utilizado por los participantes en los mercados para vender dólares contra euros.
La próxima aparición pública del banquero galo será el jueves en Fráncfort, en la rueda de prensa mensual sobre política monetaria, cuando, con toda seguridad, será cuestionado sobre posibles intervenciones de la entidad, en solitario o de manera coordinada, en los mercados para frenar las pérdidas del dólar. Hasta ahora, Trichet y otros miembros del consejo de gobierno de la entidad han restringido sus actuaciones a "intervenciones verbales" contra la volatilidad del tipo de cambio euro-dólar, pero el BCE no se ha gastado ni un sólo euro en intervenciones reales.
El incremento del Producto Interior Bruto (PIB) de los doce países del euro en este periodo fue mucho más modesto y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, lo situó, este martes, en un 0,3 por ciento respecto al trimestre anterior. Además, en una intervención ante el comité monetario del Parlamento Europeo, el jefe de la autoridad monetaria europea rebajó sus previsiones de crecimiento económico para 2005 hasta el 2 por ciento, frente al 2,3 por ciento previsto anteriormente.
Los operadores de divisas hicieron caso omiso a estos datos poco halagüeños y al estancamiento de la confianza empresarial en el área en noviembre, por tercer mes consecutivo, debido a la preocupación ante la posibilidad de que un euro fuerte dañe las exportaciones. Las ganancias del euro fueron atribuidas, en parte, al comentario de Trichet sobre la necesidad de que EEUU fomente el ahorro, un argumento que fue utilizado por los participantes en los mercados para vender dólares contra euros.
La próxima aparición pública del banquero galo será el jueves en Fráncfort, en la rueda de prensa mensual sobre política monetaria, cuando, con toda seguridad, será cuestionado sobre posibles intervenciones de la entidad, en solitario o de manera coordinada, en los mercados para frenar las pérdidas del dólar. Hasta ahora, Trichet y otros miembros del consejo de gobierno de la entidad han restringido sus actuaciones a "intervenciones verbales" contra la volatilidad del tipo de cambio euro-dólar, pero el BCE no se ha gastado ni un sólo euro en intervenciones reales.