De todos modos, señaló que se trata de una opinión personal y que no ha sido un aspecto "determinante". Además, destacó que la de Gerardo "tampoco era una candidatura de cambio porque llevaba 16 años" en la RFEF.
En su opinión, además, la LFP "no se tenía que pronunciar" como lo hizo en las elecciones a la presidencia de la RFEF, "y menos cuando hay riesgo de perder como ha ocurrido". "La LFP no debía asumir esos riesgos y estar enfrentada a la RFEF", dijo, tras señalar que el proceso seguido ha estado "viciado desde su origen" y que ha sido finalmente "ridículo".
"Han llevado a la LFP a perder las elecciones y a hacer el ridículo. Han hecho un pobre favor", explicó también el presidente del Barcelona, que pidió "reflexión" a los clubes en el foro de la LFP y aseguró que no se trataba de "participar en las guerras particulares de algunos".
Asimismo, señaló que otros clubes se sintieron "presionados y manipulados" y que la decisión del Barcelona no tiene "nada" que ver con los arbitrajes que pueda recibir.