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Rajoy recuerda a ZP que para reformar la Carta Magna no le valdrá la "cacicada" judicial

El presidente del PP, Mariano Rajoy, denunció que este jueves, por primera vez desde 1977, al principal partido de la oposición no se le ha dejado "abrir la boca" en el Congreso y advirtió al PSOE de que la reforma del sistema de elección de los jueces sienta un "precedente peligroso" que "tendrá consecuencias". Rajoy calificó lo sucedido como "uno de los atropellos más importantes" de los últimos tiempos para conseguir "un Parlamento dócil y jueces arrodillados" y se lo recordará al Gobierno cuando se aborde la reforma constitucional.

L D (EFE) El líder popular hizo estas consideraciones en un encuentro de los alcaldes del PP en Andalucía. Para Rajoy, el único objetivo es conseguir que los controles al Ejecutivo "mengüen", porque "cuando los controles menguan, los abusos crecen y eso es lo que hace el del talante", en referencia al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
 
El presidente del PP denunció que para hacer "la cacicada" que supone la reforma del sistema de nombramientos judiciales, los socialistas han "roto las reglas" que el propio PSOE respetó durante catorce años de Gobierno y el PP durante ocho más.

Ahora, advirtió, se sienta un precedente "muy peligroso" que "tendrá consecuencias", porque "lo que vale para el PSOE vale para todos" e invita a que cada vez que se produzca un cambio de Gobierno, quien gane las elecciones tenga la tentación de "darle la vuelta a la tortilla como en la época de Galdós" y España corre el riesgo de convertirse en un "país muy incómodo".
 
Sobre la reforma de la Constitución
 
El presidente del PP subrayó que los socialistas han tenido que apoyarse en ERC y en Izquierda Unida para sacar adelante la reforma, que es igual de importante -manifestó- que la del texto constitucional, por lo que advirtió a Zapatero que cuando acuda a hablar con el PP de la reforma de la Constitución le recordará ese pacto. Rajoy dedicó buena parte de su intervención a dejar claro que el PP está dispuesto a dialogar sobre esa reforma y dejó claro que él no dice que la Carta Magna sea intocable, pero que, mientras que no se diga "qué se quiere hacer, cuándo y con qué procedimiento", el PP no aceptará otra reforma que no sea la que obligue la aprobación de la Constitución Europea, "si es que se aprueba".

El PP, garantizó Rajoy, no se embarcará en una aventura sin garantías ni en un proceso abierto y sin final conocido con un presidente del Gobierno "que no sabe explicar su idea de España" y que "no distingue entre una nación y una nacionalidad". "Hacer una reforma constitucional con este caballero es como pedirle a un leñador que te corte las uñas con un hacha; y cuidado, que si te corta y te quejas, te llamarán fundamentalista", agregó.

Así, aseguró que si alguien plantea una reforma estatutaria y constitucional "seria y equilibrada" el PP responderá también de manera "seria y equilibrada", pero dejó claro que la mayoría de los españoles y el PP no ven hoy "razón alguna" para abrir ese proceso. También dejó claro que su partido no permitirá ninguna reforma del sistema de financiación autonómica que no cuente con el consenso de todas las comunidades e hizo un llamamiento a los andaluces de la gran responsabilidad que tienen en estos momentos.

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