L D (Europa Press) Ibarretxe realizó estas declaraciones en Madrid, a donde dice no haber venido a exigir nada sino a ofrecer predisposición para hablar y acercar posturas con el Gobierno de Zapatero, con quien dijo hablar por teléfono frecuentemente. Al ser preguntado por si el proceso de paz está mas cerca a raíz de la carta de los presos de ETA y también de la propuesta de Batasuna en Anoeta, Ibarretxe respondió que está convencido de que "hay un elemento enormemente importante, que es trascendental y es que, no ya la sociedad vasca rechaza contundentemente la violencia de ETA, sino que cada vez son más las personas que dentro de la propia izquierda abertzale rechazan la violencia de ETA".
Para el lehendakari "se ha abierto la puerta de la no violencia y es evidente que no se puede volver a cerrar". Se trata, según opinó, de un proceso irreversible. No obstante cree que "se dieron pasos insuficientes" con la propuesta de Batasuna y apuntó que "quien ha quedado emplazado a trasladar públicamente el abandono de la violencia de una vez y para siempre es ETA". En cualquier caso, Ibarretxe considera que se está viviendo otro tiempo en el que la política ha ganado el espacio "con rotundidad" a la utilización de la violencia por parte de ETA. "Vivimos ya un periodo post ETA", aseguró y añadió que, en el plano político, se abre "a pasos agigantados el espacio del diálogo frente al de la incomunicación".
"Arrastrado por el suelo, por el barro"
El lehendakari también se quejó de haber sido “arrastrado por el suelo, por el barro, fui embarrado, insultado muchísimas veces, durante mucho tiempo” por proponer la reforma del Estado. "Después prosiguió-- vimos cómo desde Cataluña también se ponía sobre la mesa la necesidad de reformar ese Estado para dar contenido a las naciones que vivimos en su seno y ya en los últimos tiempos se está asumiendo". En opinión del lehendakari, en España se está asumiendo que la reforma del Estado es un "proyecto imparable".
Explicó que lo que él plantea es un modelo de "relación amable" entre Euskadi y España porque Euskadi no está subordinada a España y añadió que no niega la identidad nacional española, pero considera que Cataluña es una nación y que Euskadi es otra nación. Para el lehendakari, se ha abierto un periodo nuevo de relaciones con el Gobierno, desde el respeto a la discrepancia, aunque le pidió a Zapatero “valentía política” para ir “más allá del talante”.
En cuanto a la votación del Plan Ibarretxe en el Parlamento vasco advirtió que para que salga adelante se necesitan 38 "sí" y equiparó las abstenciones que pueda haber a los "no", advirtiendo que quien vote en contra tendrá que explicar a los ciudadanos vascos por qué les niegan su capacidad de decidir.