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La Nobel de Literatura, Elfriede Jelinek, no acude a recoger el premio y envía un discurso grabado

El rey Carlos Gustavo de Suecia entregó este viernes los premios Nobel de este año en la tradicional ceremonia en el Konserthuset de Estocolmo, con la ausencia anunciada de la galardonada en Literatura, Elfriede Jelinek. La escritora austríaca alegó su fobia a este tipo de ceremonias para no acudir a Estocolmo, y envió una cinta grabada con su discurso para cumplir con la obligada conferencia de cada Nobel.

El rey Carlos Gustavo de Suecia entregó este viernes los premios Nobel de este año en la tradicional ceremonia en el Konserthuset de Estocolmo, con la ausencia anunciada de la galardonada en Literatura, Elfriede Jelinek. La escritora austríaca alegó su fobia a este tipo de ceremonias para no acudir a Estocolmo, y envió una cinta grabada con su discurso para cumplir con la obligada conferencia de cada Nobel.
L D (EFE) La escritora recibirá el galardón el próximo 17 de diciembre en la embajada de Suecia en Viena. Jelinek ha subrayado reiteradamente a la prensa, generalmente a través del correo electrónico o por teléfono, que su ausencia no es una forma de descortesía ni de desprecio al premio, una versión difundida en los mentideros literarios europeos. Desde el principio "dejé claro que no podría soportar viajar a Estocolmo. Las enfermedades psíquicas también deben ser respetadas como cualquier otra enfermedad", comentó recientemente en una entrevista.

Ella misma ha descrito en numerosas ocasiones que sufre de fobia y que es incapaz de soportar estar dentro de una muchedumbre o ser observada por una multitud. Este mal, sin embargo, no impidió que fuese una de las figuras que lideró hace algunos años las protestas públicas por el Gobierno de coalición apuntalado con el apoyo del Partido Liberal (FPOe) del ultraderechista Joerg Haider. En la plaza de los Héroes se dirigió a decenas de miles de personas, algo que dice que hoy sería incapaz de repetir. "De forma extraña en los últimos años (la enfermedad) ha ido siempre a peor. Seguramente tengo que hacer de nuevo una terapia intensiva", ha declarado.
 
Se queda en casa

Para festejar la concesión de este prestigioso premio, el primero a un literato austríaco, se celebra una fiesta en una de las catedrales de la dramaturgia en Viena: el Burgtheater, aunque Jelinek ya anunció que no iría. "Si no puedo viajar a Estocolmo, tampoco puedo ir a gusto al Burgtheater. Por eso me quedaré tranquilamente sentada en casa, como suelo hacer también en mis estrenos teatrales", ha señalado.

La lectura del discurso, a través de una videograbación emitida por tres pantallas en la sede de los Nobel, fue una de las más atípicas vistas hasta la fecha, y su discurso, hermético y centrado en su difícil relación con el lenguaje, despertó una oleada de incomprensión entre muchas personas. La autora de "La pianista" asume el lenguaje como problema, una substancia a desmenuzar porque en él se encuentran rastros de injusticias de todo tipo, para ella el idioma no es inocente.

Este no es el primer caso de un autor que no acude a recoger el premio literario más prestigioso del mundo: Jean Paul Sartre en 1964 lo rechazó, y en 1988 el egipcio Naguib Mahfuz, no pudo asistir a la ceremonia por su delicado estado de salud.

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